lunes, 20 de mayo de 2024

Cuarenta años de periodismo ensobrado

 



Dinero por debajo de la mesa a cambio de hablar bien o mal, o no hablar, de figuras políticas o empresariales encumbradas o con aspiraciones: aunque cualquiera puede ser ensobrado (políticos, jueces, policías), el calificativo se consolidó en torno del periodismo y los periodistas. El ensobramiento y su prima hermana, la pauta oficial, ya habían sido conversados durante la última campaña electoral, pero después de la controversia entre el presidente Javier Milei y el periodista Jorge Lanata volvieron con todo. Para entender mejor esta discusión es imprescindible ofrecer algo de contexto.

El sobre es, o era, un tema tabú. Para quienes lo reciben, por supuesto. Y también para los que no, porque terminan siendo víctimas de la generalización. Tampoco es menos incómodo para quienes los reparten. Como dijo esta semana el periodista Hugo Alconada Mon en El País: “El poder jamás se queja de los periodistas serviles y acomodaticios porque esos son los primeros que se subordinan, difunden la propaganda oficial y rinden pleitesía”.

En Argentina, el origen de los sobres –sin factura, registro ni historia oficial– remite al regreso de la democracia, en los años ’80 y, sobre todo, a los ’90, tras la privatización de la radio y la televisión impulsada por el presidente Carlos Menem. Pero las décadas siguientes fueron también muy intensas.

Guinzburg y Fontova encarnaban a dos periodistas ajustando en vivo sus opiniones. Los comentarios eran más benévolos según qué tan fluida fuese la llegada de sobres.

A priori, los sobres podrían clasificarse por el origen de los fondos, públicos (los gobiernos de turno) y privados (algunos empresarios); y por la evidencia de su existencia (“estas empresas que confían en el país…”) o su ocultamiento, lo que es más frecuente. De hecho, la discusión de hoy es acerca de éstos últimos: los clásicos sobres por debajo de la mesa.

Sí, clásicos. En agosto de 1994 se emitió en el programa Peor es nada un sketch en el que Jorge Guinzburg y Horacio Fontova encarnaban a dos periodistas ajustando en vivo sus opiniones sobre el nivel de corrupción de la clase política. Los comentarios eran más críticos o benévolos en función de qué tan fluida fuese la llegada de sobres, alcanzados desde fuera de cámara por manos anónimas o directamente llovidos desde el techo. La parodia, transmitida por Canal 13, llevaba un título que, por varias razones, hoy sería cancelable: Tarad y Mongobardi.

Tres años después, en Los dueños de la Argentina II, su libro sobre la época, Luis Majul comentaba el sketch diciendo: “Es necesario aclarar que este tipo de retribuciones a periodistas y medios no constituyen delito, pero son consideradas una falta gravísima por los casi setenta códigos de ética periodística que existen en el mundo”. En diciembre de 1992, la revista cultural La Maga, dirigida por Carlos Ares, había dedicado su tapa a “La corrupción de los medios y los periodistas” y le había puesto precio al contenido de los sobres, con información de un relevamiento de Poder Ciudadano y el Foro para la Comunicación Social a partir de reuniones con periodistas, agentes de relaciones públicas y dirigentes políticos.

  • Sobre para un periodista parlamentario pagado por un legislador, entre los 300 y los 5.000 dólares.
  • Sobresueldo pagado por un funcionario, entre los 1.000 y los 2.000 dólares.
  • Contrato de asesor para el periodista o un familiar en el Concejo Deliberante [la actual Legislatura porteña], 700 dólares.
  • Nota de 5 minutos en un programa televisivo de alto rating, 8.000 dólares, y en un noticiero central, 15.000.

En aquella lejana edición de La Maga, periodistas como Lanata, Mariano Grondona, Pepe Eliaschev y Magdalena Ruiz Guiñazú, entre otros, también reconocían la corrupción en el gremio, aunque no lo consideraban mayor a la existente en otras actividades y la atribuían a los bajos sueldos, la cercanía con el poder y la falta de ética.

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3 comentarios:

  1. bueh, no son los unicos.

    en eeuu, el jefe de redaccion del national enquirer(pasquin bravo si los hay) recibia regalos de tromp durante la campaña del 2016. entonces le buscaban basura a todo el que hablara mal de tromp y hablaban maravillas del inutil.
    le escondieron cantidad de chanchullos.

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  2. https://www.google.com/amp/s/www.pronto.com.ar/espectaculos/2024/5/21/gino-bogani-sufrio-un-violento-robo-en-su-casa-ingresaron-cuatro-hombres-se-llevaron-relojes-joyas-dolares-232809.html

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  3. https://www.lavoz.com.ar/sucesos/una-mujer-murio-tras-caerse-de-la-camilla-en-un-hospital-quien-era-brenda-berges/

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