🔴 @alzicarelli: "Me echaron de la Libertad Avanza por una consulta oracular de los Registros Akáshicos que hizo Milei" pic.twitter.com/6CH74DL7xX
— El Economista (@ElEconomista_) September 1, 2025
Y ya que estamos...

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pero la concha de la lora.... pic.twitter.com/piy5971Zjm
— MANDANGA CON V DE VENGANZA (@manmandangon) May 27, 2025
Un hombre heredó una alfombra de seda antigua, un recuerdo de su padre. Aunque hermosa, decidió venderla. Caminó por la ciudad, se la mostró a todos, pero nadie la quiso.
Hasta que encontró a un hombre rico. —¿Cuánto cuesta? —preguntó el hombre rico al ver la alfombra. —Cien monedas de oro —respondió el vendedor. —De acuerdo —dijo el hombre rico sin dudar, y le pagó. El vendedor, feliz, estaba por marcharse cuando el hombre rico lo detuvo. —¿Sabes cuánto vale realmente esta alfombra? —No —respondió el otro, extrañado. —Vale al menos tres mil monedas de oro. Hubo un silencio. —¿Por qué la diste por cien? —insistió el comprador. El hombre pensó unos segundos y dijo con sinceridad: —Perdóneme, señor... pero el número más grande que conozco es cien. Un sabio dijo alguna vez: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.” Quien no domina las palabras, no solo limita lo que puede decir… también lo que puede pensar. Mientras hablamos a 200 palabras por minuto y leemos a 250, nuestra mente piensa a más de 1.300. Pero si tu vocabulario tiene solo 300 palabras, tu pensamiento estará enjaulado, dando vueltas en un laberinto sin salida. Así como el hombre no conocía un número mayor que cien, muchos no conocen conceptos mayores que los que su lenguaje permite. Por eso, quien piensa con 200 palabras no podrá comprender a quien piensa con 2.000. Y lo más doloroso es que quizás nunca sabrá lo que se está perdiendo. Buenas noches.
El famoso modismo está instaurado desde hace siglos en nuestro lenguaje y su origen es lógico pero bastante curioso
Los "lucas" a los que los argentinos hacen referencia y que a cada mes valen menos, son una palabra tan usada como el mismo billete. En cualquier negociación se hace mención de ellos. Sin embargo, pocos saben cuándo nació esta palabra y por qué es que se le llama así a la suma de mil pesos.
Más que conocido es el estereotipo de europeo noble con cabello repleto de bucles blancos. Y es allí donde, curiosamente, nace el modismo en cuestión.
Hacia el s. XVIII, en Europa, se utilizaba la palabra 'pelucona' para hacer referencia a la onza (medida de peso antigua que equivale a 28,70 gramos) de oro. En aquellas monedas aparecían los reyes españoles como Carlos IV con cabellos perfectamente enrizados, que por supuesto lograban gracias a una peluca.
La onza de oro española a la que hacen referencia los "lucas"
Este término, sufrió modificaciones con el tiempo y pasó de ser pelucona a peluca, y de peluca a luca.
Es así como la palabra 'luca' sería una derivación de 'peluca' y hace referencia a la moneda de aquel entonces, y hoy a los mil pesos.
La República Argentina, colonia española desde mediados del s. XVI hasta 1810, adoptó esa y otras tantas palabras españolas que luego se transformaron en modismos propios. Es así como se puede comprobar que otros países ex-colonias españolas también utilizan el mismo término, como Chile, Bolivia y Uruguay.
Es tal el uso de la palabra y el alcance que ha tenido en la región sudamericana, que la RAE la acuña como un modismo genuino y verídico.
"Luca": cantidad de dinero referente a mil pesos. (Uno)
Coincido. Ni siquiera se puede llamar a las cosas por su nombre porque enseguida aparecen los grandes desperdigadores de moralinas eternas...