¿Se acuerdan?
Hace aproximadamente 10 años...
***El conductor de
La Noche del 10 pasó por Mar del Plata y generó una conmoción. En una fiesta conoció a Wanda Nara, una joven vedette de apenas 18 años, y juntos vivieron una noche de pasión. Ella dice que él “
hace el amor como un toro”. Y que quiere volver a verlo. ¿Esta historia continuará?
Diego Maradona llegó a Mar del Plata cerca de las diez de la noche del domingo 12 de febrero. Su objetivo, hasta ese momento, era concurrir a la fiesta de la revista Gente –junto a Mirtha Legrand fueron los dos grandes invitados de la noche– y descansar un par de días con sus íntimos en el hotel Costa Galana. Sin embargo, no bien bajó del avión, el ex astro mostró cuál sería la atmósfera de su visita. “Diego, ¿qué venís a hacer a Mar del Plata”, le preguntó una periodista. Y él, sin responder, cerró la puerta de la 4x4 y le golpeó el brazo a la notera. “Ahora no me vengan a decir que yo te estoy agrediendo, nena”, le gritó, antes de partir raudamente para el Costa Galana, su búnker marplatense.
LA NOCHE DEL AMOR. Alojado en una de las suites del piso 15 del hotel, poco después de la medianoche del domingo, Diego decidió bajar a la fiesta. Siempre acompañado por su grupo de amigos, El Diez se movió por el salón como si estuviese en el patio de su casa, y se prendió en diálogos picantes con Moria Casán, Graciela Alfano y Guillermo Francella, viejos amigos suyos. Cerca de las 3 de la mañana comenzó el desfile de diosas, y él –con un habano en la mano y una lata de una bebida energizante en la otra– no pudo más que disfrutarlo. “Qué lindas chicas, Omar. Mirá qué lindas que están”, le dijo a Omar Suárez, uno de sus compinches. Como siempre, Maradona quedó encantado con todas, pero cuatro vedettes fueron las que se llevaron los mayores elogios: Eliana Guercio y Fernanda Vives, de la revista de Jorge Corona; Jacqueline Dutra, la ex de Martín Palermo y compañera de Jacobo Winograd en la transnoche del teatro Refasi; y Wanda Nara, una joven compañera de Beatriz Salomón en la obra Humor en custodia. Después de mucho bailar y bailar, la jornada para el ex futbolista terminó al amanecer.
TARDE DE AMIGOS. El lunes 13, Diego amaneció a las dos de la tarde. “¿Cómo se portó? Muy bien, es mi vecino de habitación y ni lo escuché”, contó Mirtha Legrand, en una reunión de producción antes de su programa. “Hoy a la mañana me morí de ganas de golpearle la puerta para que viniera a almorzar con nosotros, pero como yo soy una mujer educada y él puso el cartelito de no molestar, no quise meterme en su intimidad”, terminó la señora.
A esa hora, el termómetro rondaba los 30 grados y, como no podía ser de otra manera, Maradona y su troupe bajaron a la pileta del hotel, tomaron un rato de sol, pero no tocaron el agua. “Ahora vamos al balneario 12 y nos metemos en el mar”, suspiraron. Pero nada de eso fue posible, porque la llegada de Diego armó tanto revuelo en el balneario de Punta Mogotes, que todos terminaron pasando la tarde en la cantina de Buby.
LA OTRA FIESTA. Diego y sus amigos regresaron al Costa Galana a las diez de la noche del lunes, y empezaron a diseñar el plan para más tarde. “Encargate de lo que ya sabés”, le dijo Maradona a uno de sus amigos. Esta vez “lo que ya sabés” tenía nombre y apellido: Wanda Nara, de jóvenes 18 años. “Dale, te esperamos para cenar enEl Anticuario”, le avisaron a la rubia, que aceptó gustosa la invitación. La reserva estaba hecha para la medianoche, pero el grupo recién arribó a la una de la madrugada. Diego, frugal como siempre, casi no probó bocado, pero sí aceptó tomar champagne. A las cuatro de la mañana, después de firmar el libro de visitas, de pagar los $ 4000 de la cuenta, y de cargar diez botellas del mejor champagne francés en su camioneta 4x4, todos partieron rumbo a la casa de Alejo Clerici, el ex novio de Panam y nuevo amigo del Diez. Allí, antes de ingresar a la propiedad –según contaron después los vecinos–, Diego habría tratado muy mal al encargado de seguridad de la cuadra: “Sos un policía, hijo de p… No me apuntés con esa linterna de m…”, le habría gritado. Ya dentro de la casa, la onda del Diez fue otra, y los mimos con su rubia conquista no se habrían hecho esperar. “Estaba tan loco con la princesita, como le dijo él toda la noche, que los dos se metieron en la pileta y nos pidieron que los dejáramos solos”, contó un testigo. La noche de amor entre Diego y Wanda terminó a las siete de la mañana, en el lujoso yacuzzi del Costa Galana.
EL BESO DEL ADIOS. El martes 14, Maradona y la rubia se despertaron abrazaditos, como dos enamorados. “Fuiste el hombre que mejor me trató en mi vida”, le dijo ella. El, todo un galán, la besó y la invitó a tomar otro baño en el yacuzzi. Por la tarde, la pareja y los amigos volvieron a la casa de Clerici, pero esta vez no se quisieron mostrar juntos. “No da, esto recién empieza”, comentaron. En ese rato, mientras Wanda caminó por el patio, Diego miró televisión; y mientras Diego almorzó con “los chicos”, como él los llama, la joven durmió la siesta. A las ocho y media de la noche se produjo la despedida. En un vuelo de Austral, Diego regresó a Buenos Aires, y Wanda quedó en Mardel contándole a su gente las intimidades de su famoso amiguito: “Es muy buena persona, y hace el amor como un toro. Ojalá que vuelva, porque lo quiero terminar de conocer como persona. ¿Si somos novios? Ay… no sé. Eso lo vamos a ver más adelante”, confesó Wanda, dejando entrever que esta historia puede continuar… (Paparazzi)
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