jueves, 6 de mayo de 2021

POR DEGENERADO destituyeron a un fiscal del caso Ángeles Rawson

 

Image from Gyazo Image from Gyazo Era el jefe de la Fiscalía contra Delitos Sexuales y participó del juicio contra el portero Jorge Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson. Pero después lo condenaron por golpear y abusar de su ex pareja y ahora un jury lo echó del Ministerio Público por acoso y maltrato laboral. 

Julio César Castro se convirtió este jueves en el primer fiscal separado de su cargo por ese tipo de conductas en su espacio de trabajo. El fallo del Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal de la Nación fue unánime. 

Castro era el titular de la Fiscalía N° 13 ante los tribunales orales en lo Criminal y Correccional. El fallo de 183 páginas en el que el jury resolvió su destitución recopila una gran cantidad de testimonios de empleados judiciales que trabajaron con él entre 2003 y 2019. 

Desde miradas lascivas a manoseos a las mujeres que trabajaban en las fiscalías que tenía a su cargo a insultos y descalificaciones a los varones. Trabajar con Castro era una "tortura", según las palabras de las víctimas. 

“Él, si te pasa una birome, te rozaba, si pasabas por al lado, te tocaba. Te dabas vuelta en algún momento, él siempre estaba en una posición donde siempre estaba como casi pegado. Entonces, yo a veces sí le decía: Permiso. Es muy violento, esto aparte quejo... Esto va más de lo laboral, esto es: ¿cómo hago con este tipo para no tenerlo siempre pegado?", relató una de las mujeres que trabajó en la fiscalía de él. 

Una de las empleadas que sufrió un episodio violento con Castro contó que cuando le dijo que lo iba a denunciar, él la amenazó: "Si vos te vas de acá y vos me hacés la denuncia, yo te voy a difamar de la peor manera que se te ocurra. No sólo que vas a ser mal empleada, que no sabés trabajar, que fuiste mi novia, mi amante, lo que fuera. Yo voy a decir la peor barbaridad de vos". Luego, el ex fiscal la obligó a aceptar un traslado a otra dependencia. 

Con los varones también era agresivo y los trataba de "inútiles", los descalificaba adelante de sus compañeros e incluso ante los juzgados con los que trabajaban. Uno de ellos, por ejemplo, que solicitó una licencia por paternidad fue obligado a subir siete veces en un día a su despacho para corregir una coma. 

Uno de los testigos contó cómo se comportaba Castro: “Sacado, me refiero a alguien colorado, irracional, moviendo las manos, (...) a los gritos". Y describió una situación de maltrato puntual. "Yo nunca vi humillar a alguien así... Le decía que no sabía hacer nada, que no sabía por qué estaba ahí, que se iba a tener que ir, que para qué vivía así si eso no servía de nada, que por qué no podía sacar una fotocopia siquiera, no sabíamos armar un legajo". 

Y las referencias de su vida personal son peores: su ex pareja, 25 años menor que él, lo denunció por violarla dos veces en 2016 y golpearla. También la amenazaba: "Cuando sea juez federal, vos no existís". Por esa causa, el ahora ex fiscal fue condenado a seis años y medio de prisión en 2019. Ese antecedente también fue tenido en cuenta por el jury de enjuiciamiento para decidir su destitución. 

Pero hay más: en las redes sociales también le encontraron conductas despreciables a Castro. El ex funcionario judicial tenía un perfil de Twitter con el que intentó seducir a una adolescente de 16 años. Esos mensajes fueron incorporados a la causa. 

"Los hechos llevados a cabo por Castro, debidamente acreditados en este juicio, son incompatibles con su función de magistrado. Y no solo porque se trata de hechos intrínsecamente graves y de notoria importancia, como exige la Corte Suprema para que se proceda a la remoción del magistrado, sino porque además resulta deleznable que justamente los haya cometido un magistrado integrante del órgano al cual la Constitución Nacional le ha encomendado expresamente la defensa de la legalidad y a quien se le exige una conducta ejemplar", argumenta la sentencia. 

Castro fue en 2007 el primer coordinador de la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual, Trata de Personas y Prostitución Infantil. 

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El ex fiscal, de 58 años, cuenta con una extensa trayectoria en la materia de delitos sexuales y ha intervenido en causas relacionadas a la temática, como la caratulada "Jorge Néstor Mangeri s/abuso sexual seguido de muerte", del registro del Tribunal Oral en lo Criminal N° 9, en la que el MPF logró la condena del acusado por el asesinato de Ángeles Rawson. 

Pero cuando en los medios de comunicación se dieron a conocer las denuncias contra él por acoso sexual y laboral, Castro dio un paso al costado y los alegatos contra Mangeri fueron llevados adelante por sus pares Sandro Abraldes y Fernando Fiszer. 

Estos antecedentes fueron considerados por el Tribunal como un agravante para la situación de Castro. 

La causa contra el ex fiscal se originó en diciembre de 2016 por una denuncia de acoso sexual y laboral y abuso de poder efectuada por empleados que trabajaban o habían trabajado bajo su dependencia. 

Fue entonces que el Tribunal de Enjuiciamiento, presidido por Adriana Donato, llegó a la conclusión de removerlo del cargo luego de numerosas jornadas de un juicio en el que declararon más de 40 testigos y gracias a que el Procurador General interino, Eduardo Casal, dispuso la apertura y solicitó al Tribunal la suspensión de Castro. 

"No puede dejar de destacarse que la necesidad de sancionar las conductas del doctor Castro deviene de la gravedad que reviste su mala conducta, la que incluyó numerosos hechos de violencia de género, dentro y fuera del ámbito laboral, y de maltrato laboral. Por lo tanto, esa mala conducta tanto en el plano laboral como en el ajeno a la función, en vista de los principios arriba señalados, constituye mal desempeño de su cargo", afirmó el Tribunal de Enjuiciamiento. 

El fallo contó además con el aval de los otros integrantes del Tribunal, los doctores Javier Panero, Héctor Recalde, Alejandra Obregón, César Grau, Laura Giosa y Juan Carlos Paulucci. 

El fiscal pretendió evitar el jury al presentar su renuncia, pero Casal, que ponderó la perspectiva de género a lo largo de todo el ejercicio interino de sus funciones, no se la aceptó. (Clarín)

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