Carnaval carioca (11-11-08)

Carmen Yazalde y Anamá Ferreira las protagonistas de un escándalo más paquetérrimo.

Para mitigar el tour de chirusas de la televisión y darle un poco de estilo a los programas, se desató un escandalete un poco más glamoroso. Sólo un poco, porque el glamour y el charme es unilateral. De una de las mujeres en cuestión. Se trata de Carmen Yazalde y Anamá Ferreira.
La primera portuguesa y la segunda brasilera.
El conflicto entre ellas viene desde hace tiempo pero explota en los medios tras la fiesta de cumpleaños de Marcela Tinayre. Quien bastante tiene con la señora de las cuatro décadas como para estar pensando que dos de sus invitadas se llevan mal y reunirlas en un mismo espacio es un “peligro”.
Lo cierto es, que son dos las versiones que circulan alrededor del paquetérrimo conflicto. La versión de la devenida en mediática Anamá y la de algunos invitados que corroboran que las cosas no han sido de ese modo.
Veamos. La versión de la brasilera muestra a una portuguesa grosera que no quiso saludarla. La señora Legrand preguntó ¿por qué no la saludas? y supuestamente, Carmen comenzó a decirle barbaridades a Anamá. Barbaridades en un tono de voz, lo suficientemente alto como para darle un toque popular al cumpleaños. Un poco de carnal.
La otra versión que maneja el blog y que varios informantes claves ratifican difiere de la relatada por Anamá en su rally por los medios televisivos y radiales.
Resulta que Carmen Yazalde saluda a Anamá y la pregunta de la señora es: ¿Ahora se saludan, ya no están enojadas? Y Carmen responde que sólo un poquito, ya que no es lindo que pinchen en cámara a un muñeco como si el mismo fuese uno. Esa respuesta desató la ira de la carioca que comenzó a agredirla con verborragia.

Hoy por la tarde Anamá estuvo en “Intrusos” y lo único que se puede sacar en limpio es su incoherencia, ya que confesó detestar los líos mediáticos y argumentó que en el mundo de la moda siempre se manejó con códigos.
Agregó que Yazalde es “negra y se tiñe de rubio”.
Desde ya que uno es consciente de las cuestiones básicas y elementales de la vida y los seres humanos. Es más, uno sabe que lo que se ve es lo que hay y no se puede pedir más. Aunque desde el blog se hace un llamado de solidaridad a los amigos de la señora Anamá para que no quede como una ridícula de antología. Porque si no le gusta el escándalo eligió un mal lugar para sentarse. Es decir, en un sillón al lado de Rial.
Si siempre se manejó con códigos en el ambiente en el que se mueve, por qué el tráfico de información revela que Ferreira, cuando se usaban los body, se ponía uno encima del otro y sobre ellos su ropa. Seguramente, fatigada de hacer tantas pasadas no se daba cuenta y se los llevaba a su casa.
Otro tema que sería interesante aclarar es que se es negra si se tiene la piel negra y se es blanca si se tiene la piel blanca. ¿Es muy difícil de entender?
Ella es negra y Yazalde es blanca. Sólo basta con verlas. El color de pelo, en una Argentina en la que todas quieren ser rubias, es un detalle irrelevante. Además, recordemos que por una cuestión de región y raza que nada tiene que ver con la discriminación así que Lubertino no te anotes, la diferencia es natural.
La brasilera dice que la portuguesa no tiene humor y que en cambio, ella, es un cascabel alegre.
Dijo que de no haber estado en la casa de Tinayre las cosas hubieran tenido un final diferente. Parece que a Anamá le gusta irse a las manos e invitar -como hacen los guapos en el barrio- a las mujeres a pelearse en la vereda.
Por sus frases, tranquilamente podría armar una nueva pandilla conformada por las pesadas del modelaje en decadencia siendo ella, por supuesto, la líder.Todo con humor. De hecho, tras lo sucedido, Mabelita envió un interrogante al blog y con él cerramos esta nota. “¿Anamá Ferreira se habrá creído que se parece a la talentosa Nacha Guevara por personificar de manera impresentable a Evita?” (Laura Etcharren)

Fuente: http://www.informesdemedios.blogspot.com