María Eugenia Zorzenón, recordada por el “escupitajo facial” en vivo frente a las cámaras contra su ex marido, el conductor Sergio Velasco Ferrero, parece haber vuelto a los escándalos.
Si bien ya no está en su época de esplendor mediático, en la que los cruces televisivos y las visitas a Tribunales eran cosa de todos los días, la abogada seguiría involucrándose en problemas.
Según pudo averiguar el diario “Crónica”, la rubia habría protagonizado el sábado 15 de febrero un episodio bastante bochornoso en Belgrano, barrio en el que vive junto a su hija Camila.
Al parecer, Zorzenón ese día se habría dirigido a un supermercado chino ubicado en la calle Juramento, entre Avenida Del Libertador y Montañeses, para realizar las compras como lo hace habitualmente. Una vecina, quien quiso mantener su identidad en reserva, le contó a este matutino que cuando María Eugenia ingresó al comercio, se comportó como cualquier clienta y recorrió las góndolas.
Altercado
Ninguno de los presentes se imaginó que cuando llegara el momento de pagar se iba a desatar un feroz altercado con las empleadas del lugar, quienes acusaron de ladrona a la letrada.
Ninguno de los presentes se imaginó que cuando llegara el momento de pagar se iba a desatar un feroz altercado con las empleadas del lugar, quienes acusaron de ladrona a la letrada.
Ni bien María Eugenia se acercó a la caja para abonar sus víveres, “las mujeres que atendían la increparon y obligaron a abrir su cartera”, reveló la fuente.
Con su característico carácter fuerte, la ex de Velasco no se habría “achicado“ ante la agresión. “En un tira y afloje, Zorzenón y las chinas terminaron agarradas de los pelos y en el suelo, con todas las cosas del bolso desparramadas”, agregó la testigo del hecho. Y confesó que entre las pertenencias de la acusada “había un queso crema, yogur, un salamín y hasta un fernet”.
Finalmente, la mujer que presenció toda la secuencia, dijo que, al verse acorralada y avergonzada por haber quedado al descubierto, la ex mediática “mostró un documento que indica que es cleptómana”. Mientras la abogada era ayudada a levantarse por las empleadas de la perfumería de al lado y por su hija, la policía se habría hecho presente en el lugar. Sin embargo, pudo retirarse sin inconvenientes luego de devolver los productos.