Tras diez horas de espera y un fuerte conflicto entre los adultos, Mauro Icardi logró llevarse a sus hijas en medio de llantos y desacuerdos. La situación expuso la dificultad de llegar a acuerdos entre él y Wanda Nara, con las niñas en el centro del drama. La intervención judicial fue clave ante la falta de consenso, mientras el bienestar de las menores sigue siendo la principal preocupación.