A un año de la muerte de Jorge Lanata, Sara Stewart Brown habla en profundidad con Romina Manguel sobre la vida íntima, profesional y emocional del periodista que marcó a fuego al periodismo argentino. Un testimonio inédito sobre sus excesos, sus miedos, su voracidad por el trabajo, la relación con su hija Lola y el costo personal de una figura pública atravesada por la política, la grieta y el poder.
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LANATA no debe descansar el Paz con tanto puterio.
ResponderEliminarTal cual!!! No era que nunca le gustaron los medios?!!
EliminarY mankkel.... la otra viuda...
ahora resulta que era buen tipo el traficante de ravioles este, un mercenario que jugó siempre para él mismo pero la gilada de turno se creía que era su heraldo mientras panquequeaba por doquier, discipulo de testiculo neustadt con gran enfoque hacia la monetizacion asistida. se dejó morir porque el cinismo el simétrico.
ResponderEliminarFafafa
ResponderEliminarnunca entendi la relación de una persona brillante intelectualmente hablando como lanata con elbita que es media escasa de neuronas.. se ve que el viejaso le agarro como a todos los poderosos ...
ResponderEliminarEsposas preguntan que es ser una. ???? No sabia que una Esposa es igual a un hijo.
ResponderEliminarLANATA crió , señoritas intetesadas parece en lo material. Se fijan que vendió su viuda. Lamentable.
Deben creerse casadas con su Padre.