
Presidente ,
Su reciente propuesta de intervenir la provincia de Buenos Aires es tan inviable como descarada. La Constitución Nacional es clara: la intervención federal solo procede para garantizar la forma republicana de gobierno, repeler invasiones exteriores o a pedido de las autoridades provinciales. Ninguna de estas condiciones se cumple actualmente. Por lo tanto, su pedido no solo es imposible de realizar, sino que también parece un intento burdo de desviar la atención del escándalo de la criptomoneda $LIBRA, una estafa que dejó pérdidas millonarias a miles de inversores, y de su decisión de nombrar al juez Ariel Lijo en la Corte Suprema por decreto durante el receso legislativo. Qué equipo está armando en la Corte, presidente. Un campeón en dormir causas de corrupción, el juez más casta de toda la familia judicial, que pasó toda su carrera garantizando impunidad a los poderosos. Y usted, el adalid del "anti-casta", lo elige a dedo, como si la Constitución fuera un simple trámite. No solo viola la institucionalidad, sino que además lo hace con el peor candidato posible.
No se equivoque: considero a Axel Kicillof un pésimo gobernador y, como kirchnerista que es, parte de una maquinaria corrupta que siempre he combatido. Sin embargo, su propuesta no es más que una cortina de humo basada en el miedo para manipular y distraer a la ciudadanía que, en verdad, le preocupa la inseguridad, para tapar sus propios fracasos y presuntos casos de corrupción en su administración.
Si de verdad le sobran cojones para iniciar la intervención, pídalo en su discurso inaugural de las sesiones ordinarias y que su bloque entero presente el proyecto en la primera sesión del Congreso. De lo contrario, su declaración no será más que otra de sus habituales bravuconadas populistas. Sería interesante ver si realmente se atreve a romper los pactos subterráneos que su espacio político, La Libertad Avanza, mantiene con el kirchnerismo en la provincia, considerando que entre sus filas se encuentran reconocidas figuras políticas, principalmente experonistas y exkirchneristas. ¿O acaso todo es una puesta en escena para seguir haciendo equilibrio entre sus acuerdos con Kicillof, Massa, Cristina y su discurso "anti-casta"?
Tiene mi compromiso, presidente: si realmente pide y logra la votación para intervenir la provincia de Buenos Aires, y si por algún milagro cósmico se aprueba y se ejecuta la intervención, me pongo a disposición para colaborar con la misma. Porque, a diferencia de usted, cuando digo algo, lo sostengo. ¿Se anima a tanto o nos va a regalar otra función de su show de fuegos artificiales?
Menos discursos altisonantes y más acciones concretas, presidente. Cumpla con la Constitución Nacional y deje de lado la saraza.
Atentamente,
Ricardo Raúl Benedetti
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