lunes, 15 de marzo de 2021

"El Rincón del Vago", atendido por su propio dueño (con video)

 

Image from Gyazo Image from Gyazo

6 comentarios:

  1. Respetar a los otros, el ejemplo de Borges
    Rememoro la mañana de lluvia en que acompañé a Borges a renovar su pasaporte. Al llegar al desangelado recinto donde se hacían los trámites, nos topamos con una larga y lenta fila de personas que esperaban su turno.
    Le advertí a Borges que tendríamos para mucho tiempo, y tomamos estoicamente nuestro lugar en la cola, con un sentimiento de deber antes que de resignación. Apoyado sobre su bastón, Borges me hablaba entretanto de las sagas islandesas.
    La gente se volvía a mirarlo y me llegaban los rumores: “¿Ese que está ahí no es Borges?”.
    Sí, era el autor de Ficciones y de El Aleph.
    Un hombre se acercó: “Maestro”, le dijo, “permítame cambiar su lugar con el mío, que está más adelante. Para mí será un honor”. Borges tartamudeó al responder: “Muchas gracias, señor, pero prefiero seguir en mi lugar”. Y en el colmo del pudor, agregó: “Es que si llegué más tarde que usted, es porque soy más perezoso”.
    Se sucedieron otros ofrecimientos que Borges insistió en declinar, hasta que un agente del orden lo invitó a que pasara a tomar asiento en una oficina contigua. “Muchas gracias, pero prefiero esperar aquí; no quisiera perder mi turno por una distracción”, balbuceó.
    Yo tengo para mí que, con ese acto, Borges expresaba lo que por exceso de timidez no ponía en palabras: el respeto a los otros.
    Evoco ese episodio con melancolía [...]. Borges declinó un privilegio merecido que le dispensaba la sociedad con legitimidad. Otros, en cambio, se arrogan el derecho de ejercer un privilegio concedido entre bambalinas en un flagrante abuso de poder. Borges sintió la felicidad de ser ciudadano entre ciudadanos. Otros se vanaglorian de ser personal estratégico no se sabe bien de quién ni para qué. He ahí la diferencia entre la grandeza y la mediocridad. Y puesto que el privilegio es la cuestión, oportuno es saber qué significa.
    La palabra proviene del latín privilegium: ley privada. Así las cosas, los privilegios son propios de los sistemas feudales y de las monarquías. En las democracias modernas, podría decirse que se contraponen a los derechos universales.....
    Silvia Zimmermann del Castillo.
    Ayer en La Nacion....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hermoso, Serguey, como todos tus aportes.

      Más tarde lo convierto en post.

      Gracias!

      Eliminar
  2. Limpiar a toda esa lakra va a llevar décadas y como dice Kovadloff es AHORA, YA, NO HAY MÁS TIEMPO! De nosotros depende y de la ayuda (GRANDE) de DIOS!

    ResponderEliminar
  3. Jajajaja jajajaja querés comparar a Borges con la mierda esta?no estaba tan errada cuando no me puse nada triste cuando ganaron,al fin!tendríamos quilombos,prostibulos puterio,con Macri era muy aburrido,eso lo digo siempre cuando las quiero ofender,un gran remedio!mueren de rabia

    ResponderEliminar
  4. Eso lo dijo Ruckauf, jajajaja que los extrañamos!no podemos más!ponernos a la altura de ellos!no!ahora a burlarnos todo el día, cómo estará la chorra con la abre patas de la hija!

    ResponderEliminar

Si sos KAKA no entres a este espacio. No sos bienvenido.

Derecho de admisión... le dicen...