jueves, 22 de noviembre de 2018

El dramático testimonio del guardaespaldas de John F. Kennedy: "Aún vivo obsesionado por ver que no había cerebro en su cabeza"

Hoy se cumplen 55 años del crimen que cambió el mundo. Clint Hill fue quien primero se lanzó sobre el Presidente de los Estados Unidos para ser su escudo. Su reproche eterno, sus pesadillas y el día que logró "liberarse"
John F. Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas. En la imagen puede verse cómo Clint Hill comienza a subirse al Lincoln en el que iban el Presidente y la Primera Dama, Jackie Kennedy

El 22 de noviembre de 1963 el mundo cambiaba. Ese día, hace hoy 55 años, era asesinado el presidente de los Estados Unidos. John Fitzgerald Kennedy recibió un disparo que impactó en su cabeza y que además de terminar con su vida puso fin al sueño de millones de norteamericanos que veían en él una esperanza en el impulso de los derechos civiles.

Ocurrió en Dallas, Texas, mientras recorría la ciudad junto a la Primera Dama Jackie, abordo de su Lincoln Continental Convertible negro. Detrás suyo, escoltándolos iba Clint Hill, su guardaespaldas del Servicio Secreto. El primero en reaccionar y lanzarse para intentar salvarlo, sin pensar en su propia seguridad.

Hoy, Hill recuerda aquella jornada sangrienta y negra en la historia de los Estados Unidos como si no hubieran pasado cinco largas décadas. Hoy tiene 86 años y todavía se reprocha: "Debería haber actuar más rápido", dijo el agente que entonces custodiaba al hombre más poderoso del mundo al diario inglés The Sun.
Clint Hill siempre se reprochó no haber actuado más rápidamente aquel 22 de noviembre de 1963 (AP)
Otra escena del asesinato de John F. Kennedy. Corriendo, Clint Hill (AP)

"Una cosa que nunca he podido borrar de mi mente es estar en la parte de atrás del auto mirando al Presidente, quien yacía con su cara en el regazo de la señora Kennedy", relató Clint. Fue en ese instante en que se dio cuenta que nada podría salvarlo. Observó que la cabeza de su protegido estaba destruida, sin rastros de su cerebro.

El oficial del Servicio Secreto, quien aparece en las imágenes como el hombre que se abalanza sobre el Lincoln por la parte de la cajuela, recuerda como si fuera el presente: "El lado derecho de su cara está boca arriba y puedo ver que sus ojos permanecen fijos. Hay sangre por todas partes. Puedo ver la herida de bala. En la cavidad que está en el cráneo puedo ver que ya no queda más materia cerebral. Eso es algo que nunca logré y nunca pude borrar de mi mente".

El momento de asesinato de Kennedy sobre la calle Elm fue visto miles de millones de veces. Las cámaras de las más importantes cadenas de televisión estaban esa jornada en Dallas, siguiendo la participación del primer mandatario en diferentes actos políticos. El carisma del líder Demócrata hacía posible que miles de personas salieran a las avenidas de cada ciudad que visitaba para saludar su caravana. Esta fue su última.

Lee Harvey Oswald fue detenido una hora y media después del crimen, en un teatro cercano. El Presidente ya había sido declarado muerto oficialmente. El mundo sucumbía.
Una de las últimas fotografías que muestra a John. F. Kennedy con vida aquel 22 de noviembre de 1963

"En ese momento nunca pensé que me podrían matar o que no volvería a ver a mis hijos. No pensé en eso en absoluto. Eso fue lo más alejado de mi mente. Mi objetivo era llegar allí para formar una cubierta para que no se pudiera hacer más daño", contó Clint a quien cada instante le quedó grabado en su cabeza para siempre.

Tan grabado le quedó que siempre se culpó en no haber sido más rápido al momento de los disparos. Eso lo condenó a una profunda depresión. Una vez que abandonó el Servicio Secreto y tras haber servido a Jackie Kennedy y al presidente Lyndon Johnson, Clint se volcó al alcohol, no pudo alejar las pesadillas que lo acompañaron durante años, décadas… Su vida fue un sufrimiento, una oleada constante y repetitiva de autoreproches.
Clint Hill durante unas vacaciones en Alaska en julio pasado

Como los soldados que marchan a la guerra, el agente padeció estrés post traumático y debió pasar seis años en reclusión para curarse. Las pesadillas lo enloquecían. Su vida pendía de un hilo. "Me automedicaba con alcohol. No me importaba nada y no quería tener ningún contacto con nadie". Tal fue el drama de Hill que considera que sus hijos crecieron sin un padre.

"No estuve tan cerca de mis hijos como debería haber estado. Crecieron prácticamente sin un padre; su madre los crió", indicó el ex guardaespaldas de Kennedy, hoy de 86 años.

A pesar de que el gobierno norteamericano lo galardonó por su valentía, Hill nunca se sintió un héroe. Había fallado, se reprochaba. Estuvo décadas sin hablar sobre el tema, hasta que finalmente se animó a hacerlo. "Creo que debería haber sido más rápido. Mi trabajo era protegerlos y no fui capaz de hacerlo. Si hubiera sido un poco más rápido podría haber podido prevenir la herida fatal del presidente y eso me ha molestado desde entonces. Siempre será así, estoy seguro".
Clint Hill detrás de John y Jackie Kennedy, en Dallas
“Para Clint Hill, con los recuerdos de mi eterna gratitud. Por todo lo que hiciste para que esos años fueran los más felices para el Presidente Kennedy y para mí”. La dedicatoria de la Primera Dama para su custodio
Clint Hill con el presidente Lyndon Johnson (Clint Hill)

En 1982 su vida dio un vuelco. Fue luego de la visita a un médico que le dijo que si continuaba de la misma forma, moriría. Entonces decidió: "Quiero vivir". "Dejé de beber, dejé el cigarrillo, comencé a hacer ejercicios. Y gradualmente me sentía mejor y mejor".

"Finalmente, en 1990, pude regresar a Dallas y caminar por las calles de Dealey Plaza hasta el Texas School Book Depository y mirar hacia la ventana del sexto piso desde donde Oswald disparó y luego me fui sabiendo que realmente había hecho todo lo que podría haber hecho ese día", concluyó Hill. (Infobae)



10 comentarios:

  1. Julia, viste a la boba con la hija mascota ROBOTILDA ???
    la llamaba como a un perrito a la piba, ademas se desarma para que se ria..porque no reacciona y LO SABE.pobrecita.

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  2. A Kennedy le dieron el tiro fatal del lado izquierdo de la cabeza. Hay un par de fotos en la nota que corresponden a películas, esa que está caído en el auto sin ningún daño.

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  3. 15.59, yo se que no podemos hablar ni competir con nenes tan chiquitos, no está bien, pero....lo tuyo es buenísimo, nadie, nadie como vos para describirlo, yo pienso lo mismo, pero jamás se me hubiese ocurrido comentar así.
    JA JA JA JA, FELICITACIONES! MUY BUENO!una vez más Felicitacione, me copiaré.Fabuloso!

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    1. 18 02:
      Se agradece jijijiji me alegra haberte hecho reir, por otra parte, no sientas culpa, el apodo ROBO no solo es x robot, es x ROBO, el progenitor la mantiene con LA NUESTRA !!!!!!!!!!!!!!!!!!
      ASI QUE NO TENGAMOS CARGO DE CONCIENCIA RIAMOS NOMASSSSSSS , BESITOS.

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  4. Sabes Julia que yo nací posteriormente a la muerte de Kennedy, pero la de él es una historia que siempre me apasionó . Tal es así que me parece haberlo conocido. Y este testimonio es increíble. Gracias por compartirlo. Muak

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    1. Tengo más cosas sobre él para publicar.

      En cuanto pueda, lo hago.

      Me alegro que te haya gustado.

      Besos

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  5. Hay un documental en YouTube que se llama algo así como "las primeras 24hs después del asesinato de Kennedy" dónde comentan con detalle periodistico qué pasó ni bien murio....cómo 18:43 nací mucho después y se trata de un presidente extranjero, no sé si sera cómo lo cuentan pero la sucesión de los hechos fue tan triste, tan triste que ver ese documental genera dolor...me resulta impactante ver cómo a pesar de la distancia cultural historica,geográfica etc duela ver lo que le hicieron a ese hombre, y lo que sufrieron los norteamericanos con su muerte...es muy triste...

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  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  7. A mi Macri me parece feo, me encanta Kennedy que bombon! Que tragedia! Pero odio a los k

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