jueves, 25 de febrero de 2016
Los lectores de La Ventana dicen...
"La señora es de otra época y sigue creyendo que la popularidad de las figuras públicas dicta tendencias y marca las conductas individuales.
Es innegable la influencia pero no creo que sea para tanto. Subestima la voluntad y el pensamiento crítico de muchos ciudadanos que estaban hartos de una situación insostenible y que desean que su país cambie a mejor.
Me imagino que hasta su audiencia más fiel discrepará de esta opinión.
En cuanto a que le dé bola a Rial, no lo entiendo. Se trata del tipo que era compadre de Ventura, el infame que presumía de haber comprado una carta que comprometía la intimidad del fallecido hijo de esta señora, un hombre muy discreto que vivió su vida lejos de la luz pública.
Le entregó a la madre la dichosa carta y él se quedó con una copia, según alardeaba. No lo recuerdo al detalle. A eso se le llama chantaje, ¿no?
¿Qué tiene de terrible lo que haya podido hacer su hijo, ya muerto?
¿Su hija o sus nietos se ponen a sí mismos como ejemplo de moral o buenas costumbres? No, así que no comprendo como le dedica Mirtha Legrand ni un segundo de su tiempo a este mafioso extorsionador que le originó un dolor tan grande a su nieta. Una nieta que vive su vida privada como le da la gana y no se postula como un ejemplo a seguir. Tampoco ha robado, ni matado, ni estafado a nadie, no es una terrorista. Será antipática, se cuestionará su talento o falta de él, etc... Pero ninguno de estos macarras de la moral tiene derecho a fiscalizar intimidades ajenas cuando ellos no tienen más esqueletos en el placard porque no les caben.
El chantaje se acaba cuando el chantajeado pierde el miedo.
Si van a hablar de la supuesta hija extramatrimonial de Daniel Tinayre habrá que decirles que la propia Legrand confesó que sabía de sus infidelidades. Que tampoco es un secreto que la vida privada de Tinayre hijo era la de un monje cartujo pero que a nadie le da derecho a chismorrear y a juzgar a un hombre que jamás vendió su vida y ya no puede defenderse.
A mí me apetece más saber de sobres, motos y dinero negro que cuál es la penúltima pareja de la nieta de Mirtha Legrand o si la abuela se cree que una palabra suya bastará para salvarnos".
Raquel en la entrada "Doña Mirtha... ¡es hora de que vaya a ponerse las pantuflas..."
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muy bien Raquel! No me toquen a la Chiqui!
ResponderEliminarDe acuerdo totalmente con las palabras de Raquel.
ResponderEliminarQue buen análisis, si necesidad de insultos ni mentiras. Asi da gusto leer los comentarios.
ResponderEliminarExcelente. Coincido totalmente.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Raquel.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarAy! Siempre llego tarde a los comentarios de JackeR .... Un placer leerte Raquel!
ResponderEliminar(Lo del principio era joda...)
Coincido RAQUEL, muy buena apreciación.
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ResponderEliminarMuy buen resumen, RAQUEL !
Abrazo grande.
Querida Julia, muchas gracias por tu deferencia. También les agradezco a todas las personas que comentaron. Incluso a ti, Jacker Rial, aunque no he podido leer tu comentario pero me imagino de qué va el asunto. A Mirtha Legrand se le podrán criticar muchas cosas de su trayectoria pública, su divismo, su mentalidad anclada en el pasado, su egocentrismo, etc... pero entrar en el ciclo de chantaje y extorsión por temas de la intimidad personal me parece repugnante.
ResponderEliminarEl chantaje y la extorsión son las armas de los cobardes y las alimañas humanas y no hay nada más que debatir.
Acá les dejo un enlace donde la propia Legrand habla del episodio extorsivo:
http://www.gacetamercantil.com/notas/53604/
Excelente la reflexión de Raquel!!!!! Tanita.-
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