Los lectores de La Ventana dicen...

"Quería aprovechar esta entrada para contar, al que le interese, una experiencia personal que viví hoy por la mañana.

Soy médico y entre otras cosas, hago consultas domiciliarias, sobre todo en zona sur. 

Hoy me tocó ir a atender un paciente en Ezpeleta (Quilmes). Se trata de un barrio humilde (no villa). Luego de recorrer varias cuadras de tierra a paso de hombre (por los pozos) y con cierto temor, ya que en dos oportunidades se me acercaron preadolescentes para decirme.... "eh amigo, una moneda", llego al domicilio en cuestión, el cual reconocí por un coche (Fiat  Uno) incendiado en la esquina opuesta (previo aviso de mi paciente), ya que de carteles y numeración de casas ni hablar. Luego de descender de mi coche y rodeado de chicos al grito de ...."le cuido el auto jefe" (por supuesto que sí pero no tengo plata para todos así que arreglé con el más grande), me planto delante de la reja, busco un timbre y termino usando mis palmas. Al instante aparece un perro marca cañón grande, raquítico y todo pelado en el lomo, que no paró de ladrar hasta que me fui. Se escucha de adentro....."ya voy!!", sale mi paciente, y sacándose al perro de encima me dice: "entrá tranquilo.....no te hace nada". Con cierto recaudo corro el pasador de la puerta de alambre e ingreso y por supuesto el perro encima mío lamiéndome las manos y metiendo sus narices hasta en donde no me pega el sol. Ingreso a la casa por una puerta que tenía esas barreras antimoscas hechas con varias tiritas de plástico que van hasta el piso. Esa era la puerta, otra cosa no ví. Le pido a mi paciente si puede retirar al perro y si me permite pasar al baño a lavarme las manos, antes de revisarlo. "Sí... sí, pasá... es la última puerta del pasillo". Me dirijo al baño empujo la puerta con la mano, ya que el picaporte no estaba, y percibo que el movimiento de apertura no era el previsible, ya que el eje de rotación no estaba en el marco, sino en el piso!!! "se estaba cayendo!!... la atajo antes del desastre e ingreso al baño. Entre tanto me estaba meando y digo, "bueno, aprovecho". Había un inodoro marca PESCADAS (lo distinguí porque era la marca de la casa de mi abuela), todo amarillo óxido, sin tapa, con un contenido color ámbar, y un tufo que volteaba. Meo y me encuentro con que no hay botón. De pronto escucho del otro lado... "tenés agua??". Me fijo en el lavatorio (por llamarlo de alguna manera) y para mi consuelo salía un delgado hilo por por la canilla, suficiente para lavar. El jabón y la toalla no me animé a usarlos. Salgo del baño y aviso en voz alta "ya está!!" y me responden "vení... vení". Sigo la voz más o menos de donde vino y entro al living. Para mi sorpresa lo primero que veo es un led tv curvo como de 50 y pico de pulgadas (el mío, que todavía estoy pagando es de 42 y este era mucho más grande), conectado a un play no sé cuánto y con un aparato que me imagino debería ser un directv, puesto en Intrusos. Sobre la mesa dos smartphones como de 5 pulgadas que rajaban la tierra y un pibe como de 6 años recostado en lo que quedaba de un futón, con una tablet grande como una pizza. 

Bueno, en definitiva, hago mi trabajo, salgo, se me vienen los 5 vaguitos que estaban afuera, pelo un veinte, se lo doy al más grande y me voy. Y mientras manejaba pensaba... "esta debe ser la INCLUSIÓN de la que habla el modelo". Viven de manera precaria, cagan y mean en un agujero y de ese agujero va a la zanja o al pozo en el fondo. Si llueve los tapa el barro y ni pensar en dejar la casa sola porque me imagino que ni el inodoro Pescadas queda. Pero eso sí, la última tecnología en la tapera!! Creo que el verso de los espejitos de colores está mas vigente que nunca."

Anónimo en la entrada "Quisieron linchar a Brancatelli... Pero no tuvieron suerte"

AMPLIACIÓN:

Juan Copete, otro DOC y querido amigo de LV, nos aporta su experiencia

"Es la descripción de mis jornadas de trabajo. Yo he desarrollado toda una táctica y estrategia para moverme en ambientes complejos. Yo lo llamo "infiltrame". Gracias a Dios y la Virgen nunca tuve un problema y siempre pude asistir a mis pacientes.

Algunos tips para el colega: Dejar el auto en algún lugar seguro y entrar con colectivo o caminando (el auto es una tentación y además vas a dejar un amortiguador en un pozo), nunca ir de ambo completo: solo la parte de arriba o llevar guardapolvo corto para ponerse un minuto antes de llegar al domicilio, incluso si estoy con zapatos me los cambio por zapatillas. Dejar el sello en el auto o lugar seguro (si te afanan pueden hacer un desastre con tu nombre), cuando vas llegando a destino saludar a los vecinos (sobre todo la gente grande que es más chusma y van a ver donde vas y qué estás haciendo). Si ves un grúpusculo de fieritas no hacer maniobras evasivas sino se dan cuenta que sos verde y te aprietan. Generalmente los encaro yo a ellos con el famoso éamío y les pregunto alguna boludez o por la persona que busco. No uso nunca los baños y siempre uso alcohol en gel a litros. Ah, y aunque parezca una pavada y tenés la posibilidad pegarle una estudiada por google maps a la zona (no confiar en los recorridos de GPS, a mí me han mandado por el camino más corto, que a veces es el más peligroso)

La marginalidad cultural escapa a los ingresos, yo reviso trabajadores que me consta ganan buenos sueldos pero tienen una educación y cultura de la dekada perdida. Tengo horas de anécdotas para contar de lo que he visto y como la decadencia ha ido creciendo en paralelo al modelo. Por eso siempre digo, yo no necesito los medios para ver como hicieron mierda el país, lo veo a diario en mi trabajo." 

(Juan Copete en un comentario de este mismo post)