Al tiempo de pedir solidaridad y comprensión, Francisco acogió al hombre en su regazo, tomó su cabeza por varios minutos y le dio su bendición.
La neurofibromatosis es una enfermedad genética que, por supuesto, no es contagiosa, pero suele crear mucho sufrimiento a quienes la padecen, debido a que usualmente son víctimas de rechazo debido a su apariencia.
Con este gesto, el Papa ha querido ofrecer un mensaje de solidaridad y comprensión.
Minutos antes, el pontífice había pedido a los fieles rezar por una niña de un año y medio de nombre Noemí, quien sufre de atrofia muscular degenerativa de tipo I.
"Acabo de ver a esta bellísima niña con una gravísima enfermedad. Se llama Noemí, y ella, pobrecita, sonreía siempre (...) Hagamos un acto de amor por ella. En silencio pidamos ayuda al Señor para que le dé salud", agregó el papa. (U24)
ResponderEliminarFrancisco nos da un nuevo ejemplo cada día. Es conmovedor ver como aun pudiendo esconderse entre la corte, los honores y el palacio centra su misión en atender a cada uno que se le acerca con el afecto y la cercanía de un padre a un hijo. Este hombre es cada día más grande.
No me extraña porque aquí hacía lo mismo con los enfermos.
ResponderEliminarDios lo bendiga por siempre.
es lo que el pidio,un cura con olor a oveja y predica con el ejemplo.Roxana
ResponderEliminarQue bonita imagen. Un saludo.
ResponderEliminarcuanto amor!!! que ejemplo! ojala existieran muchos Franciscos, Dios lo ilumine por siempre.
ResponderEliminarcon cada acto de amor, francisco se agiganta. el realmente lleva a Cristo en su corazon y en sus manos.
ResponderEliminarPobre hombre,qué enfermedad terrible...
ResponderEliminarque lindos granitos para reventarlos con los deditos!
ResponderEliminarcomo diria zairita nara: mmm riquisimo!
A este flaco lo batieron mal. Quedó lleno de grumos !!!
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