VILAS PASEA POR EL MUNDO CON SUS MUJERES

Guillermo Vilas, un papá full time, dedicado a sus amores

A los 61 años, el extenista viaja por el mundo con su mujer y sus hijas

El fin de semana, cuando cumplió 61 años (el 17 de agosto), los miles de fans que tiene alrededor del mundo llenaron las redes sociales con saludos y palabras cariñosas. "Ídolo", "Nunca te vamos a olvidar", "Gracias por tantas alegrías", fueron algunas de las frases que Guillermo Vilas leyó no bien se levantó en su cuenta oficial de Twitter y Facebook. Conmovido, agradeció tanto cariño. Sin embargo, si hay algo que lo emocionó profundamente fue el beso y el abrazo que recibió de su trofeo más preciado, su familia.

Casado desde hace diez años con la tailandesa Phiangphathu Khumueang (30), el ex tenista es padre de tres mujeres, Andanin (9 años), Lalindao (3) e Intila (2), y con ellas recorre el planeta allá donde sus compromisos laborales lo requieren. Días atrás, por ejemplo, el ganador de cuatro Grand Slams viajó a Mallorca para dar una clínica de tenis. Y allí partieron sus mujeres, listas, como siempre, para acompañarlo.

Después de cumplir con su trabajo, Guillermo apostó a pasar un lindo rato con sus princesitas. Aprovechando las habilidades naturales que tienen sus herederas, se divirtieron peloteando en la cancha de polvo de ladrillo.

De las tres, la mayor es quien ya se perfila como "pro". De hecho, el propio Vilas la entrena. "Será profesional, totalmente. Van a ser diez años en los que quiero estar muy presente a su lado. Tengo todo armado, con fechas. Mi hija va muy rápido", reconoció tiempo atrás "Willy", completamente orgulloso.

Durante su paso por España, el marplatense se mostró muy apegado a su familia, dándoles besos y abrazos y sonriéndoles con ternura. "Cuando están juntas son un show y me llenan de felicidad", aseguró. Guillermo, entre tantos récords que alcanzó en su carrera deportiva, tiene una marca personal muy particular: su segunda y su última hija nacieron en el mismo año, aunque durante diferentes embarazos (una es de enero y la otra, de diciembre). "Ellas son lo único en mi vida que resultó mucho más importante que el tenis. Nos divertimos juntos y me gusta que no tienen horarios ni para dormirse, ni para bañarse ni para comer. Yo también me acostumbré a que mi vida sea así", reveló tiempo atrás Guillermo, rompiendo todos los parámetros de rutinas que muchos piensan que los chicos deben cumplir.

Ellas, seguramente, también habrán sido su mejor refugio en los últimos días, cuando la ATP anunció que pese a las gestiones que el mejor tenista argentino de todos los tiempos venía haciendo para que se lo reconociera como número uno de la temporada 1977 , no recalcularán el ranking. Más allá de esa decisión, él sabe que sigue siendo un campeón, en especial para sus mujeres. (¡Hola!)