viernes, 12 de abril de 2013

La azafata rubia que Máxima no quiere ver ni en fotos y que puso en jaque al matrimonio real


Si hay algo que la caracteriza a Máxima Zorreguieta, es su alegre sonrisa. Pero no todo es felicidad ni siquiera para una princesa. 

Como cualquier mortal, ella también sufrió crisis durante su relación con el príncipe Guillermo Alejandro.

Fue cuando Emily Bremers, una azafata con la que su marido había estado de novio durante cuatro años, reapareció como un fantasma en sus vidas.

La prensa había fotografiado a su esposo con su ex y las imágenes llegaron a manos de Máxima, quien le dejó en claro, en todos los idiomas posibles, que no volviera a exponerla a semejante situación.

Máxima y el príncipe aún no estaban casados. Ella se fue a descansar junto a su familia a la Argentina para tomar distancia de la situación. Pero el príncipe no aguantó estar lejos de su novia y viajó hasta la Patagonia para reconquistarla. Además de regalarle ramos de flores cada día, el heredero le entregó un anillo de diamantes para Navidad y celebrar la reconciliación.

Si bien Máxima no quería que Bremers siquiera se asomara por el palacio, con el tiempo ella misma comenzó a incorporarla en las reuniones íntimas de la realeza. Hasta la invitó a la celebración de su cumpleaños 40, para sorpresa de algunos.

Hija de un dentista holandés, la relación entre la joven azafata y el joven Guillermo no había prosperado dado que la reina Beatriz no la aceptaba. Es que distintos sectores políticos denunciaron al padre de la joven por no pagar los impuestos holandeses.

Pero aquella vez no fue la única en la que Máxima tuvo que ponerle los puntos a su pareja. La segunda ocasión fue cuando la princesa viajó a la Argentina junto a la pequeña Catharina Amalia para visitar a su familia. En ese momento, su marido se trasladaba hacia Atenas para desempeñar su rol como miembro del Comité Olímpico Internacional. Allí lo fotografiaron demasiado afectuoso con la nadadora Brujin tras ganar en la competencia.

Una vez más, la plebeya argentina ubicó a su esposo en su lugar.

Es famoso el fanatismo del príncipe por los deportes. En los juegos de Atlanta 96 fue rescatado de un bar donde brindaba con el equipo femenino de hockey de Holanda tras ganar un partido.

Lo que no queda muy en claro es el porqué la invita a las reuniones íntimas` de la realeza...



Fuente: Infobae vía Contexto


10 comentarios:

  1. Tiene cara de anguila!!! fea fea fea

    Si eso le gusta a Guillermo, quedate tranquila vos sos La Reina!!!!!!

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  2. La invita para no demostrar que le jode, seguramente

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  3. La verdad que con la cara de pescado frio que tiene Guillermito, con Máxima salió ganado, que agradezca que le dio bola.

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  4. mirá vos el mosquita muerto, parecía bolú..

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  5. Bueno Penélope, no es fácil enganchar un príncipe..., si éste, se casó, fue por que ella lo puso en su lugar varias veces, le dio coprrectivos para que tenga y guarde...aparte a la vieja cara de torta frita no le gustaba la anguila..... solo le gustó Máxima

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  6. Camila Parker II? Maxima se caso porque la Reina dio el ok. Pero desde que se caso le entro a dar a los postres y se volvió gorda y vieja. Va a terminar como Lady Di. La ambición desmedida a la larga se paga...

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  7. La diferencia con Lady Di es que este matrimonio no fue por conveniencia ni digitado, sino por amor.
    Igualmente no hay que dejarse guiar por la apariencia de las personas, el príncipe Carlos se enamoró de Camila y su tío Eduardo VIII se enamoró de Wallis Simpson, ambas muy poco agraciadas.
    Para mí no pasa de un chisme de revistas del corazón malintencionado.

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  8. aparte de feo gorriador, y bue le dan bola por la plata

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  9. Esperando el 30 de abril para ver a nuestra reina argentina.

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  10. Jorge Zorraguieta estaba legalmente casado con la filósofa Marta López Gil. Jorge Zorreguieta se enamoró de María del Carmen Cerruti su amante, hija de un gran amigo suyo y dieciséis años menor que él. En aquellos años el divorcio no era legal en Argentina. Pero eso no impidió que en 1968 abandonara a su esposa legal y tres hijas y se juntara con Cerruti, con quien tuvo a Máxima (bastarda) en 1971, y a otros tres hijos ilegitimos. Fue mano derecha del represor Jorge Rafael Videla. Un verdadero amoral.

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