Juanita Viale y el insólito inicio de su relación con Valenzuela: "Fui a su cama y había otra mujer". AUDIO

Invitada a Basta de Todo, la nieta de Mirtha Legrand confesó un extraño episodio que vivió con su ahora marido al principio de su romance.

Momentos dificilísimos, una familia hermosa, tapas de revistas, separaciones, infidelidades, escándalos… Si hay una pareja del ambiente artístico que ha atravesado todo tipo de situaciones es la de Juana Viale y Gonzalo Valenzuela.

Y según confesó la actriz en Basta de Todo, el ciclo que conduce Matías Martin en FM Metro, en el arranque de la relación también debieron atravesar una situación muy -¡muy!- particular: “La primera vez que lo vi a Gonzalo fue en el trabajo, en una reunión de elenco de Doble Vida, pero no me llamó la atención. Al principio, nos volvimos muy amigos, había demasiada confianza. Él estaba muy solo en el país, con su perro”, aseguró en la sección Sin Auriculares, una nota intimista en el estudio de la radio.

Entusiasmada, Juanita contó una increíble anécdota: "Todavía no habíamos curtido y me invitó a un casamiento en Isla de Pascua. La noche anterior al viaje se estrenaba el primer capítulo de Doble Vida y lo vimos en un bar. Nos metimos en el baño y nos dimos un besazo". Hasta ahí, todo bien. Pero...

"Me fui temprano a dormir a mi casa con una amiga y mi hija. Es genial esto, él me va a matar si lo cuento... Al otro día a la mañana lo llamo y no me contesta. Me voy a buscarlo a la casa, llego y como el de seguridad me conocía, me dejó pasar. Toco el timbre y me abre en pelotas, borracho", continuó relatando Viale.

Entre risas, contó la parte más picante de la historia: “Yo estaba re entusiasmada y le digo que le armo el bolso pero cuando voy al cuarto, a su cama ¡y había una acompañante! Me acerco y le digo ‘¿te podés ir que nos tenemos que ir de viaje?’. A él le dije ‘te espero abajo’ ¡No entendía nada! Bajo y le pregunto a mi amiga qué hacía porque Gon estaba con otra mina y dije ‘bueno, al menos conozco la isla’”.

Finalmente, el ímpetu de Viale tuvo sus frutos y cuando llegaron a la isla todo fue amor: “Nunca fuimos al casamiento. Nos quedamos en una luna de miel eterna, nos enamoramos”. Final feliz para una historia insólita. (Ciudad)

Algo me queda muy en claro, a Gonzalo le encanta calentar el pico... y ella lo asume con toda naturalidad...