No hace falta tener muchas luces para descifrar este enigmático...

…Este chimento que les voy a contar es sumamente delicado. Cuando la religión está de por medio no es bueno herir susceptibilidades, así que espero no se rían de lo que les voy a revelar. La kehila (comunidad) judía está más que furiosa porque sienten que se ha bastardeado años de historia y tradiciones con el circo del casamiento entre dos que acaban de pisar Iglesia y sinagoga, respectivamente. Ella, por supuesto, no iba a dejar pasar la oportunidad de convertirse lo más rápido posible en la “Señora de” y, junto a su ahora marido, se metieron en el tujes todo lo que hace a la preparación que se realiza en estos casos para llevar a cabo la unión, mediante la conversión al judaísmo. En tres días, la piba se hizo de la colectividad y ya está horneando burrekas. Más allá de la exquisitez de la comida judía, lo cierto es que para ahorrar tiempo, el hombre adornó de lo lindo a algunas personas y se salteó muchísimos pasos para que ella se convirtiera rápidamente a su religión. Ahora, gran parte de los judíos ortodoxos están que trinan y habrá que ver cómo termina esta historia. Shalom.


Fuente: PY