Crudísima nota del autor sobre Cabré. No le perdona nada, ni siquiera a sus allegados...
Cabré y Suárez en un beso de ficción
Los estudios de televisión son su coto de caza amorosa. Allí, el actor ha conocido y “atrapado” a casi todas sus novias ¿Eugenia Suárez, la próxima víctima?
“Con tantas mujeres que se regalan estuve a punto de terminar como Alfredo Alcón”, le confesó Sandro a uno de sus mejores amigos, y por supuesto no se refería a su capacidad actoral… (¿?) Nicolás Cabré, quien además de conocerlo trabajó con el mejor actor argentino de todos los tiempos, parece inmune a los temores del Gitano o, haciendo gala de una apertura mental propia de su generación, está juntando millas para revolcarse sin remordimientos en las arenas de la ambigüedad.
Después de todo el pibe nació en Mataderos y ahí la “sofisticación” no se perdona, salvo que venga disfrazada del viejo y querido argumento del galán empachado. Dado que en la Argentina cada uno hace lo que puede, resulta difícil saber si Nico es un caradura capaz de creerse Johnny Depp, o simplemente anda por la vida con cara de traste porque, a diferencia del talentoso divo yanqui, su carrera se empantanó en personajes dignos de una obra infantil. Si quiere seguir los pasos de Darín, ya va siendo hora de que abandone el estereotipo que Suar paga a precio de oro.
Claro que las chicas, desatentas a esos detalles menores, mueren por el arquetipo de este James Dean esquizofrénico que, por un lado, la juega de rebelde, y, por otro, sigue los pasos de Luis Sandrini. Es probable que dentro de unos años, Eugenia Tobal celebre haberse librado de esta versión masculina de Andrea del Boca, actriz que se empeñó en esquivar el destino de Mirtha Legrand (destino nada despreciable por cierto), convirtiéndose así en una matrona malhumorada, suerte de Shirley Temple avejentada que cada tanto insiste con Shakespeare para descubrir que el público sólo le permite rememorar Perla negra. Les pasa a todos los intérpretes que avanzan a fuerza de mohínes memorables. La participación de Cabré en una nueva edición de Los únicos dista de representar un avance artístico, obvio. Eso sí, de ser verdaderos los rumores que lo unen al bombón de Eugenia Suárez, debemos reconocer que el joven derrapa con placer en el lodo del encasillamiento y que la chica en cuestión prefiere ser una más en la lista antes que unir su vida a un grandulón que vive de la abuelita. Bien por ella.
Ahora, se ve que si hay un consejo que Nicolás ignora es aquel que alerta: “Donde se come…”. Retener al diminuto Casanova puede ser un desafío mayúsculo, pero enlazarlo es sencillo; basta con sumarse al elenco de cualquiera de sus programas para despertar sus instintos de depredador de pecera.
Igual que al pan a Nicolás Cabré se lo gana trabajando, con sudor en la frente (ver recuadro Historial...). Ya lo experimentó Kloosterboer en 2002, durante la primera temporada de Son amores, y Agustina Cherri en 2003, mientras se emitía la segunda temporada del mismo bodrio. Soledad Fandiño cayó en Por amor a vos desplazando a Florencia Torrente, la “hija de” Araceli González que también Adrián Suar quiere como propia y a quien ambos, aun separados, apoyan en sus escarceos profesionales con el mundo artístico y también protegieron cuando Cabré la cambió por Fandiño.
Fama de macho alfa incluida, hay algo en este pichón de Marlon Brando devaluado que no cierra, que lo convierte en un tiburón de río. A la hora de sacar patente de conquistador peligroso, ninguno de sus amores alcanza para cimentar una verdadera leyenda que trascienda ¿Qué le falta? Tobal y Suárez son dos aviones. Sin embargo, el target por atacar era Siciliani, nadie suma más puntos que la embarazada mujer del jefe.
Por Omar Bello (Filósofo y publicista).
Me gusta cuando callas...
Cual si hubieran firmado un contrato de confidencialidad que les impide hablar de la intimidad compartida, las ex de Nicolás Cabré jamás hicieron uso de su “derecho a réplica” en ninguna entrevista. Cómo habrá hecho para que ni Celeste Cid ni Marcela Kloosterboer ni Agustina Cherry ni Florencia Torrente ni Soledad Fandiño y, ni siquiera su esposa, Eugenia Tobal aparecieran despechadas despotricando contra Cabré, nadie lo sabe, aunque más de uno quisiera haberlo sabido. Por ejemplo, Pablo Rago tras las explosivas declaraciones sexuales de su ex, Victoria Vanucci.
De las mujeres que estuvieron con él, la mayoría rehizo su vida casi de inmediato, salvo dos excepciones: la hija de Araceli González y la única con la que llegó a dar el sí. Torrente, angustiada por la ruptura, se volcó al arte y se mudó por un tiempo a Nueva York, mientras que Tobal vacacionó sola y en Twitter expresó que ha sido “una desilusión muy grande”. Pero si lo de Eugenia Suárez resultara cierto, habría que ver si su esposa no hará uso de su derecho y lo incinerará en los medios.
Fuente: Perfil
(¡Gracias Carus!)


ES UN ESTUPIDO, UN SOBERBIO Y UN ROÑOSO.
ResponderEliminarNO SE QUE LE VEN LAS MINAS A ESTE SALAME Y COMO ACTOR ES DE QUEBRACHO, NI CON ALCON PARENDIO A SER BUEN ACTOR.
aprendio, perdon
ResponderEliminarMAL ACTOR, EL ES UN NARCISISTA, POBRES MUJERESSSSSSSSSS
ResponderEliminarCuando se pierde la objetividad como en este caso la nota pierde validez
ResponderEliminarCabré es un blanco facil para pegar pero el pibe sigue ahí sumando axito tras axito en su carrera.
¿Qué tendrá el petiso que las vuelve locas? Simpatía seguro que no!
ResponderEliminarYo creo que Nicolás es como sus personajes, demandante y gracioso. Lo que no entiendo es por qué se lo hace responsable a él solamente de esas relaciones, tooodas las parejas mencionadas tienen a su vez su propio historial, sacando quizá a la hija de Araceli. En fin...la verdad no le veo el punto a decir que es sucio, soberbio y demás...siempre se mostró de la misma manera.
ResponderEliminarYo también lo encuentro soberbio y desagradable.
ResponderEliminarSe nota que es re sucio,en las fotos se lo vé así y además soberbio,la verdad un asco en todo sentido!
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