Ocurrió en el emblemático y lujoso Palacio Alcorta de Barrio Parque, donde el delincuente tomó de rehén a un abogado y se llevó el dinero que guardaba en su estudio. En el complejo vive Gerardo Sofovich y funcionan las oficinas de Enzo Francescoli.
Fragmento de la nota con lo sucedido...
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La puesta en escena no era casual. Es que el estudio de abogados donde
planeaba robar asiste a víctimas de accidentes de tránsito. De esa
manera logró pasar desapercibido frente al control de seguridad que
funciona en el hall del edificio. “Cuando pasamos por el puesto me dijo:
Doctor, no sabe cómo está mi hija después del accidente...”, apuntó el
abogado, quien igual creyó que el empleado se había percatado de la
extraña situación.
Con una gorra visera y una mochila celeste en
su espalda, el autor entró al Palacio Alcorta acompañado por el abogado
L.R., de 27 años. Llevaba una pistola con silenciador. Según el registro
de las cámaras de seguridad eran las 22.45.
Antes de su ingreso
intimó a la víctima para que no se le ocurriera delatarlo. “Si le hacés
seña al paco (por el encargado de seguridad), te quemo en cinco segundos
y nadie se entera”, le dijo, según recordó el abogado. Ya en el
interior del estudio que funciona en el segundo piso (en el tercero vive
Gerardo Sofovich), el autor se colocó guantes de látex y puso en
práctica una nueva y sorprendente amenaza: “Tomá, entretenete”, le dijo
mientras le entregaba un sobre con varias fotografías de su madre y su
novia, y de sus respectivos domicilios, como para que supiera que no
sólo había estudiado los movimientos del lugar, sino que también había
monitoreado a sus familiares.
“Si te portás bien todo va a salir
bien. Decime: ¿donde está la burra?”, le preguntó enseguida. El abogado
le contó que el estudio “no maneja dinero”, revelación que obviamente
ofuscó al ladrón.
“En ese momento empezó a descolgar todos los
cuadros y revisar los muebles buscando la caja fuerte, pero como no
encontraba nada se empezó a poner cada vez más violento”, recordó el
abogado. Lejos de resignarse, el delincuente subió a un entrepiso y al
bajar entró al baño. Detrás de una puerta descubrió la caja fuerte.
“Ahora
sí te voy a limpiar”, fue lo primero que le dijo, según reprodujo L.R.
La reacción del ladrón fue inmediata: lo tiró al sillón y comenzó a
golpearlo con la culata del arma.
La víctima, finalmente, accedió
al pedido y abrió la caja. Adentro, y en un sobre de nylon cerrado
herméticamente, había 150 mil dólares destinados a la compra de una
oficina en el centro porteño.
Después de permanecer cerca de
veinte minutos, el delincuente decidió abandonar el estudio. Ya eran las
23.03, según el registro de las cámaras. Pero no lo hizo solo. Se fue
con su víctima, a quien además mantuvo secuestrado durante una hora.
“¿Dónde
está tu auto?”, le preguntó cuando se encontraban en la calle. El coche
del abogado estaba estacionado en las inmediaciones del efidicio. Era
un Audi amarillo. Sin dejar de amenazarlo con la pistola, le ordenó que
siguiera a un coche donde supuestamente viajaban sus cómplices. En la
huida, los delincuentes se comunicaban por radio.
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Don Sofovich vive en el duplex más alto (Las plantas que se ven desde afuera le pertenecen), si no me inormaron mal, comparte 500 mts, sólo con Wilbur.
ResponderEliminarun profesional el chorro.
ResponderEliminarNadie esta seguro en ningun lado.
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