TE PIDO DISCULAS JULIA , POR USURPAR TU ESPACIO , PERO LEI ESTO EN EL BLOG DE TUQUI , Y REALMENTE ME LLEGO AL ALMA , ES MAS QUE NADA PARA QUE RECORDEMOS QUE A VECES EN JODA O EN SERIO LLAMAMOS A ALGUIEN MOGOLICO ....
Incluso cuando está en calma, el mar irradia poder. Su fuerza se percibe debajo de la superficie tranquila, como los músculos de un atleta debajo de la piel. Aquel día el mar parecía enojado. Olas de hasta dos metros reventaban contra el muelle y las escolleras, obligando a los bañistas a mantener una distancia prudente. Pero nunca falta un salame, en este caso “una” salame. O “salama”, si nos atenemos a los caprichos de nuestra presidente, que se obstina en ponerle género a lo que no le corresponde(*). Lidia no iba a permitir que el mar le arruinara su última oportunidad de nadar, sobre el fin de las vacaciones. Se internó en las aguas no sin cautela, pero el oleaje la fue llevando, impiadoso, mar adentro. Cuando quiso volver ya era tarde. Los gritos de quienes estaban en la playa atrajeron a más curiosos, pero no había entre ellos –y con razón- nadie que se atreviera a arriesgar su propia vida por salvar la de Lidia. De repente, la muchedumbre se abrió para dejar paso a Huguito, que venía corriendo desde la rambla. Sin mirar atrás chapoteó en la orilla y se lanzó de cabeza. Emergió unos metros más allá, nadando y alejándose de la playa en dirección a Lidia. Sus cabezas aparecían y desaparecían con el vaivén de las olas. No fue fácil llegar hasta la mujer, ni calmarla. Mucho menos esforzarse de vuelta hasta la orilla, arrastrándola. Una vez en la seguridad de la arena, el público se acercó a prestar su ayuda. Entonces Huguito, sonriente y sin decir una palabra, se volvió caminando hasta la rambla para seguir tomando su helado. Huguito es sólo otro héroe ignoto, con una particularidad: nació con el síndrome de Down. La inmensa mayoría de las personas tenemos 23 pares de cromosomas, pero hay algunas excepciones. Una de las alteraciones más comunes es la trisomía del par 21. Es decir, hay personas que en el vigésimo primer par tienen tres cromosomas en lugar de dos. En eso consiste el síndrome de Down, y a las personas que se caracterizan por esa alteración suele dárseles, vulgarmente, el nombre de “mogólicos”, aludiendo a la similitud de sus rasgos con los de los nacidos en Mogolia, un país asiático mediterráneo. El pliegue cutáneo entre la nariz y el párpado es una de esas características. No parece haber nada despectivo en la comparación, ya que Mogolia fue un extenso imperio –de la mano de Gengis Khan- cuando apenas comenzaba el siglo XIII. Sin embargo, suele darse el mote de mogólico a cualquier imbécil, a cualquier torpe, a quien comete un error. Las muestras de coraje como la de Huguito no son infrecuentes, y el amor, la bondad y la inocencia que transmiten los mogólicos es de una grandeza envidiable. Por eso sería bueno que antes de tildar de mogólico a un estúpido pensemos: ¿No me parezco más al estúpido que al mogólico?
(*) El diccionario de la Real Academia Española dice claramente que la jefa de un estado se llama presidente.
No sé que es lo que te puede estar pasando pero a mí me funciona muy bien. Y por ahora nadie se quejó, salvo un tiempo atrás alguien que dijo lo mismo (¿Serías vos?).
Sólo voy a hacer una salvedad (mal que me pese darle la derecha a la mujer que nos gobierna), decir presidentA está correcto. Se puede decir tanto en femenino como en masculino e incluso en España se usa el término presidentA cuando el cargo lo ocupa una mujer.
RAE:
presidenta.
1. f. Mujer que preside.
Enciclopedia Salvat:
PRESIDENTE, TA m. y f. Persona que preside.// En la República, el jefe electivo del Estado, generalmente por un plazo fijo.
Excelente!!!!!! se lo puedo dedicar a mi mujer????
ResponderEliminarPara vos, desde que nos conocemos me suena ese tema en la cabeza....
I L Y
Saludos a todos los que me conocen!!!
El blog está re-bueno!!!!!!!
jejeje
Saludetes!
JULIA TU PAGINA TARDA MUCHO EN BAJAR, EN PARTICULAR LE QUITA TIEMPO LA GRAN IMAGEN DE LA CASA. PODES HACER HALGO PARA DISMINUIR EL DELAY???
ResponderEliminarTE PIDO DISCULAS JULIA , POR USURPAR TU ESPACIO , PERO LEI ESTO EN EL BLOG DE TUQUI , Y REALMENTE ME LLEGO AL ALMA , ES MAS QUE NADA PARA QUE RECORDEMOS QUE A VECES EN JODA O EN SERIO LLAMAMOS A ALGUIEN MOGOLICO ....
ResponderEliminarIncluso cuando está en calma, el mar irradia poder. Su fuerza se percibe debajo de la superficie tranquila, como los músculos de un atleta debajo de la piel.
Aquel día el mar parecía enojado. Olas de hasta dos metros reventaban contra el muelle y las escolleras, obligando a los bañistas a mantener una distancia prudente. Pero nunca falta un salame, en este caso “una” salame. O “salama”, si nos atenemos a los caprichos de nuestra presidente, que se obstina en ponerle género a lo que no le corresponde(*).
Lidia no iba a permitir que el mar le arruinara su última oportunidad de nadar, sobre el fin de las vacaciones. Se internó en las aguas no sin cautela, pero el oleaje la fue llevando, impiadoso, mar adentro. Cuando quiso volver ya era tarde. Los gritos de quienes estaban en la playa atrajeron a más curiosos, pero no había entre ellos –y con razón- nadie que se atreviera a arriesgar su propia vida por salvar la de Lidia.
De repente, la muchedumbre se abrió para dejar paso a Huguito, que venía corriendo desde la rambla. Sin mirar atrás chapoteó en la orilla y se lanzó de cabeza. Emergió unos metros más allá, nadando y alejándose de la playa en dirección a Lidia. Sus cabezas aparecían y desaparecían con el vaivén de las olas.
No fue fácil llegar hasta la mujer, ni calmarla. Mucho menos esforzarse de vuelta hasta la orilla, arrastrándola. Una vez en la seguridad de la arena, el público se acercó a prestar su ayuda. Entonces Huguito, sonriente y sin decir una palabra, se volvió caminando hasta la rambla para seguir tomando su helado.
Huguito es sólo otro héroe ignoto, con una particularidad: nació con el síndrome de Down. La inmensa mayoría de las personas tenemos 23 pares de cromosomas, pero hay algunas excepciones. Una de las alteraciones más comunes es la trisomía del par 21. Es decir, hay personas que en el vigésimo primer par tienen tres cromosomas en lugar de dos. En eso consiste el síndrome de Down, y a las personas que se caracterizan por esa alteración suele dárseles, vulgarmente, el nombre de “mogólicos”, aludiendo a la similitud de sus rasgos con los de los nacidos en Mogolia, un país asiático mediterráneo. El pliegue cutáneo entre la nariz y el párpado es una de esas características. No parece haber nada despectivo en la comparación, ya que Mogolia fue un extenso imperio –de la mano de Gengis Khan- cuando apenas comenzaba el siglo XIII.
Sin embargo, suele darse el mote de mogólico a cualquier imbécil, a cualquier torpe, a quien comete un error. Las muestras de coraje como la de Huguito no son infrecuentes, y el amor, la bondad y la inocencia que transmiten los mogólicos es de una grandeza envidiable. Por eso sería bueno que antes de tildar de mogólico a un estúpido pensemos: ¿No me parezco más al estúpido que al mogólico?
(*) El diccionario de la Real Academia Española dice claramente que la jefa de un estado se llama presidente.
Tuqui
Hola Juan Copete!!
ResponderEliminarHermoso gesto el tuyo, seguro que tu señora de la emoción te lo va a agradecer y retribuir muy bien (jeje).
Felicidades (y los chicos con la abuela).
20:07
ResponderEliminarNo sé que es lo que te puede estar pasando pero a mí me funciona muy bien. Y por ahora nadie se quejó, salvo un tiempo atrás alguien que dijo lo mismo (¿Serías vos?).
Si a alguien más le sucede por favor avise.
Hugo, maravilloso relato y además muy conmovedor.
ResponderEliminarSólo voy a hacer una salvedad (mal que me pese darle la derecha a la mujer que nos gobierna), decir presidentA está correcto. Se puede decir tanto en femenino como en masculino e incluso en España se usa el término presidentA cuando el cargo lo ocupa una mujer.
RAE:
presidenta.
1. f. Mujer que preside.
Enciclopedia Salvat:
PRESIDENTE, TA m. y f. Persona que
preside.// En la República, el jefe electivo del Estado, generalmente por un plazo fijo.
Bellísimo, gracias!!
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