¿Y ahora? ¿A quién le tirarán el ´muerto´?

Kirchneristas queridos: Y Schoklender también es suyo

Sergio Schoklender deviene en el ejemplo más notable de un ladriprogresista modelo Frente para la Victoria. Obviamente ahora el FpV no lo reconoce como suyo. Prefiere denominarlo paria. Pero no lo es. Él es una auténtica creación de Néstor.

 

El autodenominado "inventor frustrado" Sergio Schoklender deviene en un mal trago para el Frente para la Victoria empeñado en una campaña electoral que afirma ya haber ganado.

Es cierto que la corrupción no es un pecado capital para muchos electores argentinos. Pero eso no quita que Schoklender se encuentre protagonizando un escándalo político considerable y que el Frente para la Victoria declare la emergencia comunicacional porque la Fundación Madres de Plaza de Mayo desnuda la desprolijidad kirchnerista en el uso del dinero de los contribuyentes.

Obviamente que Schoklender no interesa en sí mismo. Interesa solamente el Schoklender apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, colaborador íntimo de Hebe de Bonafini, administrador de fondos públicos generosamente provistos por el Estado kirchnerista. Interesa el Schoklender ladriprogresista.

Luego, no es una irregularidad cualquiera. Es una irregularidad en el universo de una organización no gubernamental paradigma de una causa ética, devenido en organización paragubernamental movilizada con intencionalidad política.

En definitiva, no importa el Schoklender de pasado familiar tortuoso, sino el Schoklender resultado de una creación del kirchnerismo, que ahora pretende tomar distancia de su propia criatura.

El Frente para la Victoria intenta separarse de Schoklender y, a su vez, diferenciarlo a él de Bonafini, como si eso fuese posible.

Pero es imposible. Ellos se han mimetizado hace tiempo y el Frente para la Victoria bendijo esa sociedad.

El Frente para la Victoria debe asumir su propio fracaso en ordenar los números de la Fundación de Madres de Plaza de Mayo y Schoklender.

Y el Frente para la Victoria debe dar muchas explicaciones que se encuentran pendientes: desde las cuentas electorales de Cristina Fernández en 2007 (Héctor Capaccioli & Sebastián Forza) hasta este presente nada ético del ladriprogresismo de los derechos humanos.

Pero lo notable de todo esto es que Néstor Kirchner se había llevado consigo todo lo malo de la Administración 2003-2007, y de la de 2007-2011 también. Se suponía que Cristina, gracias a la muerte de Néstor, se encontraba a salvo desde Martín Lanatta hasta de Alejandro Guido Antonini Wilson.

Pero Schoklender/Bonafini no es transferible. Es Cristina. Hay un escándalo que golpea duro a la Administración presente. Cristina ha perdido impunidad. Se la quitaron Schoklender/Bonafini. Y vaya si eso no es una novedad trascendente.

Fuente: U24