Seguimiento del caso del video (Silvia y Carola)

Silvia le mandaba textos provocadores a Carola


Silvia Luna –hoy detenida por la muerte de Bruzzoni– compartió sus últimas vacaciones con Sergio Robledo, el marido de la víctima, en la provincia de Córdoba, en enero de este año. Ambos formaron parte de un contingente que se alojó en un complejo turístico de Embalse Río Tercero. Ninguno de los dos viajó con sus respectivas parejas. Ella salió de Las Heras acompañada de su madre Olga. El con su hijo Agustín, de 19 años, según afirma hoy el diario Perfil.

Uno de los empleados del bar Matute, donde ambas trabajaban, explica que mientras descansaba en las sierras de Córdoba, Luna le mandaba mensajes de texto provocadores a Bruzzoni. “Carola nos los comentaba indignada. Me acuerdo que en uno de ellos decía: ‘Acá es todo sexo, drogas y rock and roll’, cargándola con su marido”, confía y pide reserva de su identidad.

Según declararon varios testigos en la causa que investiga el fiscal Guillermo Mazzaroni, estos “comentarios atrevidos” eran algo frecuente. La moza Carolina Casco relata otra ríspida escena que presenció entre ambas: “Un día Carola entraba al bar, Silvia se iba en bicicleta y le gritó desde la calle ‘ahora me voy a tomar mates con tu marido’”.

Juan Carlos Antola, el primer marido de Luna y padre de sus dos hijos, explicó a este diario que la moza había recibido los pasajes y estadía como premio de la municipalidad por haber terminado el secundario. Robledo, en cambio, viajó porque él mismo se ofreció como acompañante de un grupo de chicos de una escuela rural de la zona. “Fue la única vez que lo vi a Robledo en ese tipo de viajes”, relata uno de los coordinadores que siempre acompaña a los egresados de escuelas secundarias en sus estadías en Córdoba. “El día que Silvia viajó, fuimos a despedirla. Ahí fue que vimos que también viajaba Sergio, el marido de Carola”, agrega Antola, aunque prefiere no hacer más comentarios respecto a ese tema.

El video del escándalo. Esta semana se conoció la declaración que hizo una de las compañeras del bar Matute a la Justicia. La testigo relató que cierto día escuchó a Carola decir: “Estaría bueno aparecer vestida de negro y mostrar el video en pantalla gigante frente a los 200 invitados”.

Juan Prado, el dueño del bar, comentó que en los días previos al fatal episodio las vio discutir por el video. “Cuando Silvia la increpaba, Carola le decía que ella no lo tenía.”

¿Por qué el video hot generaba tanto conflicto entre ellas? Si bien hasta ahora no hay certezas y la Justicia todavía no se dedicó de lleno a investigar el tema, muchos en Las Heras señalan que sería Robledo el hombre que aparece en el video íntimo con Silvia Luna. Pero el viudo de Bruzzoni lo niega. “Estoy tranquilo porque yo no soy el del video. Puse a disposición de la Justicia mi celular para que investiguen mis llamadas y mensajes con Luna. Alguna vez le escribí porque Carola me lo pedía, pero por alguna cosa del trabajo”, aclara Robledo a este diario.

El primer marido de Luna suma otro dato que explicaría la reacción violenta de Silvia ante la supuesta amenaza de Carola de arruinarle la boda. “Ella soñaba con casarse de blanco, por iglesia y con una gran fiesta. Cuando se casó conmigo tenía 16 años y su padre, que era policía, se negó a autorizarla. Entonces tuvimos que hacer el trámite en un juzgado de menores”, aclara el hombre al que Luna abandonó hace más de cinco años. Lo hizo por Juan Burgeño, quien suspendió el casamiento luego de que el sábado 17 de abril Luna golpeara en la cabeza con una maza a su compañera Carola.

Pero ahora lo que preocupa a Antola es acompañar a su hijo mayor, que entró en crisis por haber visto el video. “El psicólogo me dice que va a llevar bastante tiempo la recuperación, porque mi hijo esta shockeado por las imágenes que vio”, comenta.

Olga, la madre de Luna, decidió hablar ayer por primera vez con los medios, y se refirió a este tema: “Gracias a las pavadas que se dijeron, no tengo más a mis nietos. Si no quise hablar antes con la prensa es porque sé que Silvia no está bien anímicamente y yo sufro por ella y mis nietos. Sólo hay que tener fe y creer en Dios y dejar a los abogados que defienden a mi hija”.

Fuente: Edición 10