Dale alegría a mi corazón

Celeste Cid/Fito Páez

“Estamos juntos, ¡y muy bien!”

Después de casi un mes de internación y en plena recuperación, la actriz le dio otra chance a su corazón.

La amistad que la vinculaba con el cantante se transformó en una relación de pareja. Y hoy, juntos, comparten vacaciones en un pueblito alejado de la ciudad de Córdoba. Allí, casi no salen del campo de cincuenta hectáreas que el músico alquiló por cuarto verano consecutivo. Y ella cumple al pie de la letra el tratamiento nutricional y psiquiátrico que le dieron sus médicos.

Soleada. Celeste aprovecha los días de sol desde una reposera, siempre en el borde de la piscina de La Choza. Y comparte las horas junto a Fito, los amigos del cantante y André, su hijito. “Está súper relajada. Continuando el tratamiento con el nutricionista y el psiquiatra que la acompañan”, explican.

AGUA CELESTE

Cid y Páez son amigos desde hace muchos años. En 2009, Celeste ya estuvo de vacaciones con Fito, en el mismo lugar. Pero este verano ya lo hacen como pareja oficial. Dicen los vecinos que planean comprarse una propiedad en La Población, para visitar el pueblo durante el año.

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¿Qué querés saber? ¿ Si es cierto que con Celeste estamos juntos ? Sí , ¡ es verdad ! Estamos muy bien y de vacaciones”. A poco de cumplirse cuarenta y ocho horas de comenzado el año, Fito Páez (46) rompió la quietud de La Población –un pueblito de 600 habitantes, a 200 kilómetros de Córdoba capital– para llenar su heladera: el cantante fue hasta el supermercado Tacko Huasi para comprar toda clase de alimentos y dulces para sus huéspedes.

Un día antes, el 1º de enero, habían llegado a La Choza –el campo de cincuenta hectáreas que alquiló por segundo año consecutivo, por el que paga doscientos cincuenta dólares por día hasta fin de mes– su representante, algunos amigos músicos y la mujer que ocupa el centro de su corazón: Celeste Cid (25). Después de cargar en un remise bebidas, carbón, carnes y verduras, de notable buen humor, algo extraño en él, el rosarino se prestó al diálogo: “¡Con Celeste estamos muy bien! Pero nunca daría una foto con ella, porque lo mío no es el cholulaje. Yo hago música, otra cosa... Estoy acostumbrado a que me hagan toda clase de guardias y no me molestan. Si me hacés una foto por ahí, no me voy a enojar. Eso sí, nunca las vas a poder arreglar conmigo. Y ya te dije que con Celeste estamos muy bien, disfrutando de las vacaciones. Tenemos planeado pasar un mes juntos”, comentó el compositor, antes de retomar el camino hacia su refugio campestre.

Escondido. Desde aquel entonces –recordemos, el 2 de enero– no se lo volvió a ver más. Pasaron las horas, los días, las lunas, los soles, pero Fito y Celeste no salieron de la casona centenaria. Hasta los lugareños se mostraron sorprendidos: “El año pasado también estuvo con Celeste parando en el lugar. Pero se los solía ver comiendo juntos en distintos restós o paseando por la feria de artesanos de la plaza de San Javier, a cinco minutos del lugar donde descansan. Pero este año están re guardados”, comentó un comerciante. Por más de diez días, el rocker y la actriz optaron por hacer vida hogareña: largos desayunos, sesiones de sol, pileta, lectura y ricos asados fueron la rutina elegida por la parejita para compartir sus horas de amor en compañía de André, el hijito de 5 años de Celeste.

“¿Por qué no salen nunca del campo, donde no tienen red de Internet, ni señal de celular? ¿Qué los retiene día y noche en la vieja casa de paredes anchas y frondosa arboleda?”, se preguntaron algunos. Los motivos son varios: Cid está en pleno proceso de recuperación después de haber estado internada casi tres semanas en el Sanatorio Fleni, en Capital Federal. “Se habló de todo. Depresión, alcoholexia, anorexia, bipolaridad… Por suerte, eso ya pasó y ahora viene lo mejor”, dijeron sus amigos.

Hoy, en Córdoba, Celeste continúa con los tratamientos: hasta allí llegaron un nutricionista y un psiquiatra, que la cuidan cotidianamente.

Repuesta. Aunque el médico le pidió que aumente de peso, la ex Resistiré está muy preocupada porque ya ganó 14 kilos. “Está feliz, contenta, pero no quiere mostrarse mucho porque tiene pudor. Tiene que acostumbrarse a que es otra mujer”, explican ¿Y cómo marcha la historia de amor? “Están súper relajados los dos, viviendo su amor con alegría. Y André, el nene de Celeste, juega todo el día con los perros, caballos y vacas que hay en La Choza”, responden las mismas fuentes.

Cash. Lejos de las precauciones de Buenos Aires, los novios se muestran muy felices con el campo. Y, dicen, Fito ya se puso en contacto con una inmobiliaria para averiguar el precio del lugar de veraneo con el fin de comprar ese o algún otro predio en la zona.

Fuente: Paparazzi