lunes, 6 de abril de 2009

Una visión más que interesante

"Patios"


Majul, Chiche y los problemas de escoba.

En la pelea mediática vale todo.
Me pongo los ruleros y si no tengo pelo, al menos, me calzo el batón.

El pase
A partir del pase de Samuel “Chiche” Gelblung a Radio Mitre, las cosas cambiaron. Tanto es así, que para muchos ha dejado de ser el campeón del periodismo que con una bolita hacía un programa de televisión o más. Eso, ahora, es motivo de ninguneo y sus declaraciones lejos de divertir, molestan.
Ha pasado a ser el epicentro de los medios por dos motivos: El mérito propio de haberse hecho a sí mismo y el de los otros, sus pares referentes y no referentes que se ocupan y preocupan por los escandaletes del conductor así como de sus pasos a seguir.
Por estos días, el individuo en cuestión integra un grupo poderoso y cuestionado: Clarín. Un grupo que debió revertir su práctica porque de lo contrario, quedaba relegado. Debía autorregularse para complacer las demandas de una sociedad de consumo que cambia conforme a los paradigmas de un sistema marcado por los ritmos de la medición minuto a minuto y por el voyeurismo propio de la modernidad.
Para ello, los directivos y programadores de radio y televisión tuvieron que dejar de lado su fobia por lo popular y amarillo. Entonces, primero, convocaron a Marcelo Tinelli y luego a Samuel Gelblung. El primero fue a ocupar parte del prime time de canal 13 y el segundo, la mañana radial para ser un directo competidor de Oscar González Oro que sigue anclado en la 10. Incluso, le confiaron un espacio en la paupérrima grilla nocturna del sábado.

Berrinches de patio
Luis Majul ya no es más el entrevistador entrevistado de los domingos. Su rol pasó a desempeñarlo los lunes. Por lo visto, Tres Poderes, lo tiró de La Cornisa.
Entre sus características más sobresalientes y excitantes, cuenta con la tendencia sostenida del reproche. Del puchero infantil.
Tiene berrinches de señora que barre su patio todas las mañanas con una escoba de medio pelo que no saca toda la basura y que además, tiene que lidiar con la impertinencia de sus envenenados vecinos. Sus competidores de chismes, de primicias, de análisis. De mejores contadores de realidades.
De exclusivos, al momento de llevar al patio, a la visita más codiciada del momento.
Con esos condimentos humanos, Luis Miguel siempre cuestionó al periodista por hacer de sus programas un eclecticismo que no se encasilla, ni siquiera, en un magazine. Es, sin lugar a dudas, un estilo propio difícil de imitar.
Le ha reprochado mezclar política con chismes en una misma hora. Cuando lo cierto es, que de un tiempo a esta parte, el hombre de La Cornisa siempre es salvado del naufragio por un Ventura, como lo será esta noche, por un Rial o bien, por algún personaje del medio del espectáculo. Si no fuese por ellos, sus mediciones, serían más bajas aún. Porque de los dos dígitos, mejor, ni hablar.

Nostalgias de Julieta
Majul sale a decir, luego de que “Chiche” le dijese mediáticamente ingrata a Mirtha Legrand por no haber ido a su primer programa de TV 70.20.10, que parece que hay que amenazar a los invitados para que vayan a los programas.
Agregó que el programa le pareció aburrido. Y que últimamente, Chiche, hace muchas cosas “chichescas”.
La pregunta, Majul, la deja prácticamente servida.
Uno se pregunta que le sucedería a él si se viese embelesado, en el marco de un programa político como siempre lo encuadra, cuando Cacho Castaña es su invitado y canta. O cuando su interlocutor es Alejandro Dolina y quiere reflexionar con él acerca del amor.
Se parece, inmerecidamente, a una nostálgica Julieta escuchando a sus Romeos pero sin un balcón.

De juegos y chicanas
La Julieta del medio reclama. Se enoja. Patalea porque Mirtha, con quien comparte canal, no va a su programa. Entonces, chicanea con nunca más sentarse a la mesa de la Reina Madre. Se pone mimoso y combativo alineándose con otros personajes que se toman una porción de tiempo para hablar mal del Sr. que hace cosas “chichescas”.
Se suma a la fila de Moria Casán y de Mario Pergolini. Dos individuos con importante cintura mediática que saben como entrar y salir del juego. Moria, yendo como lo hizo este sábado al programa de Gelblung subiéndose a la vorágine del talk show como sólo ella sabe hacerlo y explotando al máximo las propiedades periodísticas y Pergolini, evadiendo preguntas. Haciendo el doble juego. Uno soy en la radio y otro, fuera de la misma.
Lo cierto es, que el medio es salvaje. Y así como Majul se pone los “ruleros” para defender su patio y no caerse reiterando otro cambio de día; Gelblung se pone el “batón” para defender sus patios (Programa en Canal 26, Canal 13 y Radio Mitre) con una escoba, aparentemente, más tupida.

VER MÁS AQUÍ: Laura Etcharren, de INFORMES DE MEDIOS.

5 comentarios:

  1. sinceramente entre el imbecil de Majul y el decadente de Gelblung da para ponerse a llorar frente a la tele.

    impresentables.

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  2. LOS DOS SON UNOS TARADOS QUE TENDRIAN QUE DESAPARECER DE LA TV!
    INSOPORTABLES!!

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  3. Realmente,no me importan demasiado los dos,y entro,por tu comentario anterior,sobre la inseguridad y el Su..etc.etc.,es absolutamente cierto lo que exponès¡,mejor dicho,lo veo de esa forma.y me pregunto.,no hay gente capacitada en èste u otro gobierno para intentar, al menos,hilvanar una idea,nosè,un comienzo de algo...La oposiciòn està como el gobierno.,no sabe una papa,ni de seguridad,ni de problemas sociales,asì que...quièn podrà defendernos??

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  4. Majul es el Mateyko de hoy...siempre los mismos invitados, siempre las mismas preguntas. Siempre lo mismo, bahhh!!!

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