Bernardo Neustadt tuvo todo dentro suyo. Le caben tantos adjetivos como historia de su vida queramos recordar. Seguro que fue talentoso, manipulador, polémico, soberbio, desleal, ácido, creativo, incansable, agotador, subjetivo, formador, malformador, exitoso, poderoso, riguroso, contradictorio, memorioso, superficial, etcétera.
Fue talentoso cuando logró por ejemplo sostener un programa de televisión de actualidad política durante casi tres décadas, convirtiéndolo durante muchos años en lo más visto de la televisión y con monólogos de apertura que marcaban los picos de rating durante ininterrumpidos 40 o 50 minutos. El país pasaba por su programa y verlo se hacía imprescindible para cualquier persona que al otro día quisiese estar en tema. Pero fue esa misma caja de resonancia donde aplicó los peores pecados de un periodista, su simplificación y superficialidad tenían el único objetivo de manipular a la opinión pública. Y lo logró gracias a un gran talento para comunicarse con las personas de recursos bajos, a las cuales, con frases cortas y ejemplos simples, interesó sobre la realidad del país y les dio identidad bajo la denominación "Doña Rosa".
Fue creativo como lo demostró en la realización de sus producciones, cada martes en su programa podía aparecer un invitado desde cualquier lugar del mundo, cosa que en épocas anteriores a la globalización eran realmente extraordinarias. Pero fue desleal a la causa profesional cuando uso al periodismo para otros fines, mimetizarse con el poder, hacer lobby para sus amigos o encabezar furibundas campañas contra algo.
Fue formador de muchos, tanta era su influencia que para varias generaciones de periodistas fue imposible no tomarlo de ejemplo, pero a ellos mismos les enseñó también las peores cosas de esta profesión, y muchos de ellos lo aprendieron bien.
Y terminó con tal vez su mayor deseo cumplido: produjo su muerte para el día del periodista, para que todo el gremio que mayoritariamente lo desprecia se vea obligado a recordarlo en cada 7 de junio.
Sin dudas fue un icono del periodismo televisivo y por lo tanto ocupa varias páginas del libro de la historia televisiva argentina.
Martín Rodríguez
martinr@television.com.ar
Creo que esta nota refleja la opinión de una gran mayoría. Sería interesante que en la misma se dieran los nombres de los periodistas a los que formó y "aprendieron bien", aunque ya todos los conocemos.
Interesante es la nota de Lanata en la que cuenta una anécdota con BN.
ResponderEliminarOk, todo bien con cada una de las notas que salieron.
ResponderEliminarPero porque no le dieron aire ultimamente?
Yo lo vi el día que estuvo con Mauro Viale y éste le dijo que lo producía si quería.
Lo que sí estoy seguro que su caída de los medios se produjo mas por la aparición de muchos periodistas políticos que porque la gente le haya tomado bronca. El día que se mandó una macana en cámara, había demasiada competencia que captó rapidamente a su público, (Lanata, M. Grondona, Majul,Tenembaum, Zloto y demás).
Creo lo mismo Bárbaro.
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