Otra vez juntos..y vaaannn...

Celasco y “Mecha” salen del restó Bella Italia, a las 16.30. Ella se mostró irascible al descubrir que la fotografiaban.

La hija se Susana y su marido se mostraron ayer juntos en un restaurante. Pese al enojo de ella, la edición impresa de "Crónica" registró toda la escena.

“Después de la tormenta siempre llega la calma, pero sé que después de tí no hay nada”, dice Alejandro Sanz en su “Corazón partío”. Una frase que describe a ciencia cierta la relación entre Mercedes “Mecha” Sarrabayrouse y su marido, Eduardo Celasco. Luego de su feroz separación, que incluyó un ojo morado del yerno de la diva de los llamados telefónicos, llegó la reconciliación.

El frío mediodía de ayer fue escenario del encuentro.“ Mecha” y Celasco salieron juntos del departamento que compartían, al menos, hasta la semana pasada, cuando la hija de “Su” echó a su marido. Leggins negras, botas de montar del mismo color, un vestido a cuadrillé en rojo y verde fue el look informal de Mercedes que subió junto a su marido a la camioneta negra.

Hicieron unas pocas cuadras hasta llegar a la casa de la blonda conductora de televisión. Pero como ella no estaba, se dirigieron hasta el restó “Bella Italia”, en Seguí al 3700, en Palermo.

Eran las 15 de la tarde cuando la pareja, a la que pudo verse incluso haciéndose arrumacos, comió durante una hora y media. Pidieron pastas y disfrutaron del encuentro. Un almuerzo que sirvió como señal de reconciliación en una pareja que últimamente dio que hablar.

“¿Qué querés? ¿Meterte también en la camioneta?”, le dijo “Mecha” indignada al reportero gráfico que dejaba grabado el encuentro. Y lo cierto es que la hija de Susana
últimamente tiene raptos de violencia. Su angustia es tal que llega a descontrolarse. De
hecho, su madre le ha aconsejado un tratamiento psicológico, además de guiarla hacia la lectura de libros de autoayuda.

De hecho, los anteojos negros de Celasco, en plena tarde de nubes, no fueron parte de un look caprichoso. El padre de los nietos de Susana oculta debajo de ellos un ojo morado producto de la discusión que precedió al reencuentro. Un altercado verbal que incluyó, aparentemente, un empujón de Mercedes que hizo que su marido cayera por las escaleras y se golpeara la cabeza.

Las gafas de Celasco se convirtieron en un complemento fashion y en la terrible evidencia de la violencia del encuentro. El humor de Mercedes en este último tiempo se vio severamente afectado por la crisis matrimonial. En efecto, cuando apareció la tercera en discordia, María Victoria Rodríguez -conocida como una de las Mellizas Petardo-, “Mecha” arremetió contra ella.

“¿Ves? Esa que está ahí es mi hija. Esta es la familia que estás rompiendo!”, le dijo a la morocha tomándola de los pelos y arrastrándola hasta la ventanilla del automóvil desde donde se veía a su propia hija.

Al parecer, los tiempos de furia de la hija de “Su” habrían terminado. La reconciliación con su marido marcaría el fin de los nervios de esta rubia que luchó a capa y espada por su matrimonio. Y en el sentido literal del término...


Fuente: Crónica