Una pequeña historia... que ojalá sirva para alertar...

Nunca hubiera imaginado que pudiera recibir tanta solidaridad. Me hizo mucho bien, no se imaginan cuanto...

Siempre evité hablar de temas personales, salvo raras excepciones, pero creo que en este caso debo hacerlo para alertar a muchos que como yo, puedan caer en manos inescrupulosas en un momento de gran vulnerabilidad como es la muerte de un ser querido.

Nunca imaginé que mi padre estuviera pasando por ésto. Lo mantuvo oculto hasta último momento, tal vez pensando, desde su óptica, proteger así del dolor a sus dos mujeres (mi mamá y yo, su única hija).

Todo comenzó con una pequeña manchita en medio del pecho, hace muchos años, de la cual fue intervenido oportunamente (tal vez ya era tarde) y nunca nos enteramos que podía llegar a ser maligna. Todo iba bien, hasta que empezó a ir mal... pero ni mi madre ni yo nos enteramos... él se encargó muy bien de ocultarlo...

Después de mucho tiempo, la mancha comenzó a estar viva otra vez pero de otra manera... y ya no se curaba. Aparecieron otras pero en lugares donde no se veían (en un hombro y en un muslo) y él se encargaba de que no fueran visibles . No le dolía nada, pero seguro ya conocía el diagnóstico... eso lo imaginamos ahora... nunca nos lo dijo...

Su aspecto seguía siendo el mismo, nunca se lo vio desmejorado ni decaído. Seguía siendo el mismo hombre rubión y corpulento de siempre...

El miércoles a la noche (9 de julio) habló por teléfono conmigo, como lo hacía todos los días y nunca más volví a oír su voz.

El jueves por la mañana, en medio de mi trabajo hice un alto y cuando entré en mi blog me encontré conque Daniel (de Rial y Canosa) me llamaba por el chat para cargarme porque yo había puesto un enigmático que según él era viejo. Mientras hablábamos sonó el teléfono y siento la voz de mi madre desesperada en llanto y a los gritos diciéndome: "Nena, se murió papá"... Así...sin anestesia... IMAGINEN la escena...

Después me entero que mi padre se sintió mal y pidió que mi madre lo ayudara a ingresar al baño y ahí se desploma. Ella se da cuenta a tiempo y lo sostiene con el cuerpo, mientras lo sujeta como puede para que no se golpee con la pileta y por suerte (ya verán más tarde por qué digo por suerte) se va resbalando hasta quedar sentadito en el piso, sin lastimarse absolutamente nada. Las últimas palabras que dice son: "No hagas fuerza..." (casi sin voz)

Pido un remise y salgo volando y en el camino (Dios me lo puso aunque no me sirvió de nada) veo la cochería de un amigo conocido. Me bajo y en un santiamén explico la situación a la gente que estaba en la oficina y lo primero que me dicen es: "Llamá urgente y decile a tu vieja que nadie llame al SAME porque sino te van a mandar la policía y no sabés la mafia que te va a rodear (se referían a la "insinuación"que me harían de llevarlo a la morgue, por supuesto con autopsia incluída, además de dejar el cuerpo retenido aproximadamente 5 días hasta que "se decidan a entregártelo", "recomendación" de usar determinadas cocherías, etc. etc. )

Desde el celular llamo a mi madre y me atiende una vecina que junto a un grupo aparecido de no sé dónde se habían encargado de llamar...al SAME. La ambulancia no había llegado, pero la policía sí... Rápidos no??...

Cuando llego había un patrullero en la puerta y dos policías adentro. Todo como me lo habían advertido en la cochería...

Bueno... después de muchas idas y vueltas, incluyendo un médico (supongo que era del SAME, porque hablaba solamente con los policías) llamados varios de estos personajes a no sé dónde mientras nos apuraban para hacer no sé qué (en ese momento yo no entendía nada) y mientras, escribían papeles y papeles interminables ...

...Imaginen como "arreglamos" la situación... Después de eso el que llevaba la voz cantante nos dice: "Bueno... el señor no está golpeado y no tiene nada, se ve que es una persona mayor que falleció a consecuencia de motivos naturales... nosotros no hemos venido y ustedes no nos han visto"...

Y acá estoy con mi madre recogiendo los pedazos, con la impotencia de no poder gritarles a todos estos hijos de remil pu... todo lo que son... Lo hice por ella, por evitarle un dolor mayor, porque si no, iría hasta las últimas consecuencias.

Y por si esto no fuera suficiente, desapareció el reloj de mi padre que estaba sobre una mesa y hasta robaron cosas de la heladera... ¿Se puede ser tan miserable? Y no puedo culpar a nadie, porque mientras yo estaba arrodillada al lado de mi papá en el baño esperando que llegara la ambulancia de la funeraria (de mi amigo, que ya mencioné), había gente (policías, vecinos, gente desconocida...) que entraban y salían...todo en medio de una locura que yo no entendía... y a la cual nadie le ponía frenos ni trabas...

Esta fue la historia contada brevemente (hay mucho más) de la muerte impensada e inimaginable de mi padre.

Soy una mujer acostumbrada a la lucha (no me intimido fácilmente, incluso a veces la tomo como un desafío), pero juro que en esta me agarró cansada y por momentos vencida.

Mi padre no era un García Belsunce... Mi padre era un Sol...