De Caras y Caretas Uruguay

Susana reconoció que le prestó plata a Rama La diva puso dinero para comprar 25% de los juveniles de Nacional

A confesión de parte, relevo de pruebas… Cuatro meses después de que Jorge Rama desmintiera -en la edición Nº 392 de CARASyCARETAS-, que su novia Susana Giménez le había prestado plata para comprar 25% de los derechos federativos y económicos de los cuatro juveniles de Nacional (Lodeiro, “Morro” García, Calzada y Píriz), la diva de la televisión argentina confesó la verdad y reconoció que no sólo le prestó plata a su ex, sino que él aún le está debiendo una parte. Ricardo Gabito Acevedo Fotos: Dante Fernández La confesión pública de Susana Giménez la formuló en una entrevista exclusiva que concedió el pasado domingo 19 de julio al periodista Jorge Rial, del programa Intrusos, luego de su debut televisivo que marcó el mayor puntaje de rating de toda la televisión argentina de las últimas semanas, superando con creces los últimos resultados del casi imbatible ShowMatch que conduce Marcelo Tinelli. La sinceridad de Susana Giménez confirma que todos los datos publicados por CARASyCARETAS, durante varios números, no eran un invento de este periodista sino que están directamente relacionados con la realidad, una realidad que quizás ella no conocía pero que, cuando se dio cuenta de que la salpicaba y comprometía su imagen, inmediatamente se deshizo de Jorge Rama, marcó distancia y no tuvo ningún reparo en “entregarlo” ante la opinión pública. ¿Te acordás de aquel pasquín inmundo? Después de haber calificado de “pasquín inmundo” a esta revista, de “un pobre infeliz” a este periodista, de mostrarse exclusivamente para las revistas Gente y Caras de Argentina desafiando los años haciendo topless en su residencia de Punta del Este junto a su amado -en una demostración de apoyo mediático, cuando la investigación avanzaba y Jorge Rama iba perdiendo argumentos para desmentir los hechos-, la diva de la televisión no tuvo otra opción que desprenderse de su novio uruguayo y se lo entregó a las pirañas. “Quiero ponerle una bomba a ese pasquín inmundo. Ya le inicié un juicio. Estos tipos se pasaron de la raya, están relocos. Hay que darles una lección. El periodista es un pobre infeliz… Mirá si me voy a poner a comprar jugadores de fútbol. Nunca se me hubiera ocurrido, no es mi negocio. Jorge está en el negocio. Es un negocio donde hay gente buena y hay gente mafiosa…”, declaró Susana Giménez en el Aeropuerto de Punta del Este, en marzo pasado, luego de que empezamos a hurgar en el negocio de su novio con el Club Nacional de Fútbol. Susana Giménez jura y perjura que nunca compró jugadores de fútbol. Reconoce –quizás por los antecedentes penales de los socios de “Puchito” y los comerciales de su ex novio- que en el fútbol hay mafia. Es más, ensayó una defensa burda en los medios e intentó poner como una víctima a su novio, y se arriesgó a declarar que como en Uruguay existe un empresario –Francisco Paco Casal- que monopoliza el negocio de la venta de futbolistas, un sector del periodismo le estaba haciendo la vida imposible a Rama porque no querían que él rompiera el monopolio. Fue la misma sanata que Rama y Risotto pretendieron venderme el martes 10 de marzo, cuando se entrevistaron en la redacción de esta revista conmigo, estando como testigos Carlos Muñoz y Antonio Scuro. Pero esta vez le salió el tiro por la culata. Susana Giménez tendrá que reconocer ahora, con las cartas sobre la mesa y los hechos irrefutables, que la información que manejamos durante toda la investigación era verosímil, seria y objetiva. Y que no hubo ninguna persecución contra ella ni en contra de Jorge Rama. “Su” deberá reconocer que apostó y creyó en un hombre que en todo Uruguay está desacreditado totalmente. Es cierto que todos cometemos errores. Pero cuando lo permanente son las jodas y no hay una excepción a esa regla, señora Giménez, estamos en presencia de un jodedor empedernido. Un empresario de dudosa reputación que ha empapelado Montevideo con cheques sin fondo. Que hace cuatro años que está embargado. Que su ex mujer, la modelo Eunice Castro, hace años que está “peleando” con él para que pague una deuda y le libere un departamento que compraron a pura cuota, que es un bien ganancial, que también está embargado como consecuencia de los “buenos negocios” de Jorge Rama, y que está pagando la modelo al Banco Santander. Susana Giménez tiene todo el derecho del mundo de elegir al hombre que quiere tener a su lado, pero esto no la habilita para descalificarme como periodista, porque demostré que trabajé son seriedad y rigor profesional. Tendrá que hacerse cargo, por lo menos, de que aquel novio “yorugua” que tanto alababa y bancaba en los medios, utilizó su imagen, la expuso al ridículo y con mucha habilidad se dio el lujo de administrarle la billetera sin que ella se diera cuenta. Está bien que el amor sea ciego. Pero una diva como Susana nunca debió haber perdido la visión cuando le presentaron a Jorge Rama. Habría bastado con levantar el teléfono y consultar a sus amigos uruguayos (Carlos Perciavale, China Zorrilla, por citar algunos) para que le pasaran los datos de la ficha de su nuevo enamorado. Quizás ellos dos le podían haber advertido que Jorge Rama fundió empresas, que le debe a cada santo una vela en Uruguay y que se jacta de no tener negocios a su nombre. Recordemos que cuando fue entrevistado por el colega Daniel Seifert (revista Noticias) sobre los boliches que reconocía como propios, respondió: “Ya se conocen. Desde los 17 años que trabajo en boliches. Son WLounge, La City, Bonita, Piedra Lisa en Atlántida, In en Canelones, y los veranos trabajamos en Crobar en Punta del Este”. ¿Los tiene a su nombre?, le preguntó el colega de Noticias. La respuesta de Rama refleja los valores del novio que eligió Susana Giménez para compartir cuatro años de su vida: “No, bueno, no tengo todo a mi nombre. ¿Qué querés? ¿Que encima me persiga la DGI?”. (Noticias Nº 1964, del 13 de junio de 2009, página 120) Evadir al fisco es un acto de corrupción en Uruguay, en Argentina y en la mismísima India (que Susana Giménez tuvo el gusto de visitar acompañada por Rama, y según comentó la diva “se pagó todos los gastos”). Lea el resto de este artículo en la edición impresa de Caras y Caretas (viernes 24/7)