lunes, 17 de abril de 2017

Los lectores de La Ventana dicen... (Invalorable testimonio. Para el cuadro de honor)

Julia, mis viejos vinieron del interior, huyendo de la pobreza de los campos de algodón, vivieron en una villa en la Villa tranquila de Avellaneda, allá por los sesenta (o antes) se conocieron acá, se casaron, recibieron una vivienda social donde nacimos mi hermano y yo, mientras pagaban una vivienda en forma de cooperativa, a mis cuatro años nos entregan un departamento en Avellaneda, fruto de esa cooperativa, allí crecimos... y allí mis padres, ambos obreros, de la construcción y de la costura criaron a sus hijos, ambos instruidos en la escuela pública y universitarios... ellos siguen allí, sin deudas, pagando sus impuestos y viviendo ambos de su jubilación, nosotros tenemos casa propia, trabajamos, nos hicimos desde abajo, hoy somos profesionales, nos costó casi medio siglo, pero hasta tenemos auto 0km... (en cuotas pero podemos pagarlas)... cuál fue la diferencia de mi testimonio al de este pibe? Mi viejo nunca quiso que nadie le regalara nada... hasta la vivienda social la pagó, como debe ser. Salía a las 4 de la mañana de casa a su laburo y volvía a las 18, mi vieja a las 6 de la mañana y volvía a las 17 hs porque trabajaba más cerca...
La diferencia es que ellos querían trabajar, terminaba una obra y mi viejo agarraba el diario y no volvía hasta haber encontrado algo y nos enseñaron a nosotros lo mismo... nos enseñaron que si pedís fiado (teníamos una libreta de almacén) lo primero que se hace es recibir la quincena y pagarle a la almacenera que más de una vez nos mató el hambre, pagábamos los impuestos y comíamos. A veces las comidas eran muy simples pero crecimos sanos. Íbamos a la escuela del estado y nos compraban los útiles y libros, o nos pasaban los manuales del alumno bonaerense de otros amigos... pero NO NOS mantenía el estado, no nos daban los útiles ni mucho menos el libro gratis (que sabemos que pagamos todos). Vinieron con un sueño y lo lograron gracias a Dios. Hoy nuestros hijos tienen el triple de lo que tuvimos nosotros como tales. Y eso gracias al ejemplo de dos campesinos ignorantes a los que no se les entendía casi nada porque ni hablar casi sabían. Mi mamá terminó el 8vo. año a los 60. Pero nos enseñaron valores y a ser buena gente. Somos del 30 % de la población que mantiene al resto. A veces me revienta!!! Me indigna, pero también me doy cuenta que me endurezco de corazón culpa de tanta injusticia. Somos del 30% que se enferma de tanto hacerse mala sangre por los inmorales e infames que nos gobernaron y se la llevaron toda...
Como sea Julia, respeto tu opinión y te entiendo, por eso quise compartirte este testimonio de nuestras vidas.
Abrazo!


En la entrada: A veces me indignan y otras, como en este caso, me dan mucha tristeza. Video

22 comentarios:

  1. Felicitaciones es también mi histiría. Estoy viendo otra que quiere ser diputada para afanar. Granada. No te cree ni tu made.me das risa.

    ResponderEliminar
  2. tambien es casi mi historia.solo sabemos disfrutar de los frutos de nuestro trabajo.yo ayudo a los pobres no mantengo vagos.Roxana

    ResponderEliminar
  3. Me hago eco de estas palabras, que sin dudas son el testimonio de otros millones de personas! Mis viejos igual, con la diferencia que además de su vocabulario limitado, eran inmigrantes italianos a los que y como a tantos, la pobreza enchastrada por la miseria que había dejado la guerra, los llevó que desgarrarse de su amada tierra y salir tras un futuro incierto! Sin saber hablar castellano y sin entenderlo, trabajaron como burros de sol a sol y también sin recibir ninguna ayuda (ni social) Ladrillo a ladrillo mi papá mismo levantó las paredes y nos dio un hogar!Nunca nos sobró nada, pero tampoco faltó! Esa cultura de "ignorantes" es y fue la que nos dio VALORES!!!

    ResponderEliminar
  4. Es la historia de muchìsimos de nosotros, asì como mis abuelos vinieron de Europa a hacerse la Amèrica y laburaron, criaron a los hijos, los hicieron estudiar y aprendieron el valor del sacrificio y del trabajo para salir adelante.

    ResponderEliminar
  5. También es mi historia!
    Brillante post!

    ResponderEliminar
  6. Hasta que llegó "el primer trabajador" y comenzó otra historia, que aún sigue.

    ResponderEliminar
  7. Y si.es la historia de muchos de nosotros... Tanita.-

    ResponderEliminar
  8. Los que vivimos desde los años 1920 en adelante, tuvieron sus familias y no pasaban hambre, porque existía lo que se llamaba Changa, no era imprescindible tener un trabajo seguro ni un subsidio para parar la olla, la persona que tenía hijos sabía que de alguna forma saliendo desde la madrugada, algo iba a conseguir y volvería a su casa con la comida para sus hijos, hacer una changa consistía en ayudar en alguna mudanza, ir al mercado de abasto y bajar de los camiones la verdura y frutas, hablar con el de la gomería y te dejaba hacer alguna tarea, y así se criaron y fueron a la escuela y nadie esperaba que el gobierno le diera subsidios, luego cuando llegó el Gral. Perón comenzaron con darles el pan dulce y la sidra, cosa que debían hacer fila desde la madrugada. y eso que decían que en el banco central no se podía andar por los pasillos por todo el oro que había. La gente pudo tener vivienda gracias a prestamos del Banco Hipotecario y el que pagó la cuota tuvo su casa y así de a poquito se progresaba a base de trabajo y sacrificio, eso sí los niños iban a la escuela porque era la primer premisa "Hay que estudiar" Y un alumno con el primario terminado ya podía acceder a ser empleado de comercio y los más grandes como administrativos. Conozco una Srta. que hasta entró a trabajar en el aeropuerto Córdoba. Los que hacían el secundario en las escuelas comerciales se recibían de Perito Mercantil y podían llevar las contabilidades de las empresas, porque todavía no había contadores públicos de las universidades. Con esto quiero decir que fuimos privilegiados de haber nacido en los años 40 ya que tuvimos muy buena educación pública, el cariño de nuestros padres y agradecerles por todo el sacrificio que hicieron para ser nosotros gente de bien. El oficio de mi padre era de mozo y luego con los años tuvo su bar propio. O sea que los sueños se cumplian con esfuerzo.

    ResponderEliminar
  9. Hermosa historia y hermosa herencia que nos dejaron,la enseñanza de lograr metas a base de nuestro propio esfuerzo. Mi abuelo vino sin saber el idioma, y crió dos hijos a base de laburo y se las rebuscaban, criaban gallinas en el patio para ayudar a parar la olla.

    ResponderEliminar
  10. Todos los comentarios me emocionaron y me dan fuerzas xa seguir!! Gracias a Dios o como quieran llamarlo no me falta nada...y tengo muy en claro q hay q ESTAR AGRADECIDO EN LA vida cuando eso sucede.
    Somos muchos los que tenemos ese sentimiento.
    Gracias Julia y ventaneros.

    Andy de Andrea

    ResponderEliminar
  11. Hay algo en todas las historias que las hermana " La Dignidad". Y eso es algo que nuestros padres nos enseñaron y que nosotros hemos transmitido a nuestros hijos.Lo que les robó el kirchnerismo a sus seguidores fue precisamente eso. Lo que no se tiene no se puede enseñar.Es por eso que tendrán que aprehenderlo de nuevo.Les va a costar, pero no hay otra forma.-

    ResponderEliminar
  12. 17.13, te felicito. Soy del 44 y pienso como vos.-

    ResponderEliminar
  13. Emocionante. También es la historia de mi familia inmigrante.
    Gente con una dignidad a prueba de todo.

    ResponderEliminar
  14. Así es. Mi papá y mi mamá me enseñaron con su ejemplo de vida lo que significa llevar adelante una vida digna, siendo honestos y trabajadoras, sin pedirle jamas nada al Estado, ni a ingún partido polïtico. A nadie. . Y nunca nos faltó nada. Los amo

    ResponderEliminar
  15. Cualquier persona que tenga 50/60 años ha vivido algo similar. Despues llegaron los peronistas, militares y afines y se pudrio todo.
    Ya no es la Argentina de antes...ni siquiera de los 70 u 80.
    Hoy es una villa miseria grande, llena de extranjeros que viene a chuparse los pocos recursos que pagamos los verdaderos argentinos nacidos aca.
    Una lastima que estos hijosdeunaremilputa hayan arruinado un pais como el nuestro.
    Suban a un tren o a un colectivo y si escuchan hablar a alguien en argentino, les doy un premio.
    Eso si, los politicos no hacen ni mierda.

    ResponderEliminar
  16. Gracias por publicarlo Julia...no lo esperaba. ABRAZO.

    ResponderEliminar
  17. Muy bueno, la historia de muchos de nosotros. Trabajo, esfuerzo y buenos ejemplos que nos han hecho personas de bien.

    ResponderEliminar
  18. y hasta cuando creen que pueden continuar los subsidios?, es peor el que se acostumbro a eso, porque tarde o temprano se tienen que cortar, y eso no lo va a parar ni macri ni peron resucitado ni nadie, simplemente cuando el pendulo se fue a un extremo regreso hacia el otro, el otro es directamente la privatizacion de los servicios y salvese quien pueda, chau subsidios y pensionados, cuando no hay no hay, vamos a una epoca en que se acabara la riqueza facil, la tendran que trabajar con inteligencia, y eso es algo escaso, el unico pais preparado es corea del sur, esos si trabajan de verdad y desarrollan tecnologia japon es otro. Vean venezuela ellos creian que siempre iban a tener plata de arriba que el gobierno era papa noel y siguen pensando que el pais es rico y ya ellos lo son solo falta cambiar el gobierno, no a riqueza la hace la gente la pobreza tambien, esa es la importante, siguen en su ceguera y seguiran dando tumbos. Bueno aqui tambien tocara eh no creo que argentina se salve del pendulo es una ley universal, y este pais es muy extremista, tiene mucha suerte pero hay tanta plaga y parasito que debe haber necesariamente un fuerte sacudon porque argentina y venezuelaa son mas que los argentinos y venezolanos que las habitan y las han arruinado, y esa gente debera extinguirse para continuar los mejores los que queden...los autosuficiente, asi en el mundo tambien, las petromonarquias como tiraron plata esos bueno capaz vuelvan al camello, igual.

    ResponderEliminar
  19. Hermosa historia, es bella,me refleja, tiene la belleza de lo simple , de lo autentico ,honesto ,de una austeridad rica en valores, del respeto al padre y madre ,de sus esfuerzos que expresaban el amor a los hijos;me emociona porque me refleja,insisto, viví algo parecido y me conmueve . Otra Argentina,la verdadera,porque no revivirla?, la austeridad implica dignidad y dejar a los hijos la mejor herencia.

    ResponderEliminar
  20. gracias por publicarlo, jul. siento que es la historia de mis padres inmigrantes.Refleja la historia de muchos argentinos de bien.

    ResponderEliminar
  21. Excelente post!!! Gracias por compartir tu historia.

    ResponderEliminar

Si sos KAKA no entres a este espacio. No sos bienvenido.

Derecho de admisión... le dicen...