domingo, 20 de noviembre de 2016

El "Ratón Pérez" no es un mito: nació en Madrid, en el Palacio Real, y vivió en la calle Arenal

Una placa rinde tributo al pequeño roedor a pasos de la Puerta del Sol

¿Se le ha caído un diente al más pequeño de la casa y está intrigado por la historia del Ratoncito Pérez? El lugar más adecuado y divertido para que resuelva todas las dudas está a unos pasos de la Puerta del Sol: LA CASA MUSEO DEL RATÓN PÉREZ.



En este lugar organizan visitas cada 30 minutos aproximadamente (3 euros la entrada), para que los niños conozcan a la Familia Pérez o la relación del ratoncito con el Rey niño Buby I, que vean una réplica de la casa del ratón a tamaño humano, o vean también el buzón, donde los niños pueden llevar sus cartas al Ratón.
Creer en el Ratón Pérez, a pesar de su evidente aura fabulosa, no es tan difícil entonces si vivís en Madrid o si conocés los alrededores de la Puerta del Sol.
A unos metros de la transitada plaza, en el número 8 de la calle del Arenal, se pueden encontrar las huellas del roedor: una placa conmemorativa, una pequeña estatua metálica y la Casa Museo del ratón, en la que el cartel dice:
«Aquí vivía dentro de una caja de galletas en la Confitería Prast el Ratón Pérez»
La inscripción aclara, explicando las incógnitas de la historia, que esto es:
«Según el cuento que el padre Coloma escribió para el rey niño Alfonso XIII»
El mágico animal nació en el Palacio Real, a finales del siglo XIX, debido a un episodio del monarca cuando aún era un crío. Alfonso XIII, ya huérfano de padre y muy consentido por su madre, la regente María Cristina, era un pequeño asustadizo. Tanto que, tras la caída de su primer diente, convirtió esta banalidad en un problema.
María Cristina, entonces, encargó al padre Luis Coloma, jesuita y novelista, que escribiera un cuento sobre el suceso, para dotarlo de tintes fantásticos y restarle la importancia que el niño le había dado.
Según explican Marco y Peter Besas en su libro Madrid Oculto, Coloma desarrolló un relato de poco más de una decena de páginas en torno al Rey Buby I, un nombre basado en el apodo con el que la madre se refería al pequeño monarca. En el cuento, tras perder Buby su primer diente de leche, este lo colocó debajo de la almohada, junto a una carta, para la visita del Ratoncito Pérez. La historia, después, narra cómo el niño y el ratón recolectan por la noche los dientes de los niños de Madrid, para llevarlos a la casita del roedor.
Su morada, como recuerda la placa, se situaba en la pastelería Carlos Prast. En la casa, el personaje análogo de Alfonso XIII conoce a la familia de su singular amigo. Coloma incluyó aquí otro apunte que identificaba al futuro rey dentro de la narración: los ratoncitos vivían en una caja de galletitas Huntley, sus preferidas.
Pocos niños conocen realmente el origen de este personaje mágico, más allá de su labor recolectora de dientes. Así, en pleno centro de Madrid se da a conocer el verdadero y único legado del Ratón Pérez.
Y ya que hemos recordado a este tierno ratón, mirá esta magnífica animación en 3D creada por unos estudiantes franceses:
Así trabaja el ratoncito Pérez, animación en video


4 comentarios:

  1. Una pena que el Ratón Pérez haya sido fusilado por los republicanos durante la Guerra Civil.

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  2. La ilusión de un niño vale cualquier estrategia.-

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  3. Estuvo mal publicar el domicilio, Julia. Ya me veo las caravanas de micros naranjas, cargados de militantes, que van a ir a llevarle sus dientes y reclamarle plata.

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  4. Si!! pasè por la puerta de ese lugar, a esa hora estaba cerrado, me hubiese gustado entrar.

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